31/10/2024 - En el documental de Francesca Scalisi, una joven lucha por alejarse de sus controladores padres en un pueblo siciliano a la sombra de un base de espionaje militar americana

En sus tres anteriores documentales de larga y corta duración, todos ellos codirigidos con otros colaboradores, Francesca Scalisi abordó muchos tópicos, como microcosmos que desaparecen en nuestro cambiante mundo (Bath People, 2015), quedarse en casa incluso cuando se está desvaneciendo (Half Life in Fukushima, 2018) y una mujer joven que se mueve entre la tradición y la modernidad y entre la necesidad de cumplir las normas y la urgencia de ser libre (Digitalkarma [+lee también:
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ficha de la película], 2019). Su nuevo documental, Valentina e i MUOStri, que se estrenó en la competición nacional de Visions du Réel de este año donde ganó un premio especial del jurado, y que se acaba de proyectar en la competición internacional de documentales del festival DOK Leipzig, es una síntesis de los diferentes temas explorados en sus tres obras previas. Curiosamente, también es la primera obra en formato largo de Scalisi en solitario.

Nuestra protagonista es una mujer de 26 años que vive con sus padres en su pueblo natal de Niscemi en Sicilia. Nunca se ha ido de casa, nunca ha tenido ni un trabajo ni el carnet de conducir para moverse de la granja familiar al centro del pueblo. Todavía tiene hobbies, como tejer flores de lana y caminar por el bosque hasta su antiguo roble favorito, y aún sueña con mudarse y encontrar un trabajo como cocinera. Pero tiene que aparcarlos para seguir cerca de sus padres mayores, quienes la regañan constantemente, ya sea por no ser realista con sus sueños, o por la falta de ambición.

La segunda parte del título de la película es un juego de palabras con un acrónimo. MUOS es un sistema de comunicación por satélite establecido, operado y protegido por soldados estadounidenses, y que tiene el objetivo militar de espiar los movimientos de otros ejércitos en las regiones mediterráneas y de Asia Central, y más recientemente, de espiar una base de lanzamiento de drones espía. Sin embargo, los locales lo ven como una amenaza a la salud, principalmente por las fuertes ondas electromagnéticas que transmiten sus antenas. Las propias antenas se pueden escuchar de forma constante, ya que su zumbido es más fuerte que los sonidos de la naturaleza, lo que hace que los pocos locales que quedan sospechen que quizás tenga algo que ver con toda la sequía y los incendios forestales. Pero sus protestas dan pocos frutos, independientemente del «color» político que tengan los manifestantes. ¿Podrá Valentina ser alguna vez libre de este lugar y del rol de una eterna niña torpe que sus padres le han impuesto?

Valentina e i MUOStri destaca el trabajo de dos maestros contemporáneos del cine documental italiano: Gianfranco Rosi (el retrato de una pequeña comunidad envuelta en el tumulto de acontecimientos globales nos recuerda a Fuego en el mar [+lee también:
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entrevista: Gianfranco Rosi
ficha de la película]), y Roberto Minervini, en especial su composición sobre la gente marginada de la sociedad en América del Sur. Pero Francesca Scalisi se decanta por un enfoque más íntimo, centrado en su protagonista y en sus inmediaciones. En este sentido, la cinematografía de Stefania Bona, colaboradora habitual de la directora, que adopta un radio cuadrado de 4:3, destaca a Valentina al máximo, aunque también saca el máximo partido al paisaje normalmente árido. Pero la verdadera “MVP” del equipo de la película es la compositora e ingeniera de sonido Olga Kokcharova, cuyo trabajo en ambos departamentos crea la sinergia perfecta del sonido del dron, que nos recuerda que Valentina y su familia sienten una constante amenaza por una situación que supera con creces su capacidad para cambiarla.

Valentina e i MUOStri es una coproducción suizo-italiana de Dok Mobile y Articolture, en coproducción con RTS Radio Télévision Suisse. Lightdox se encarga de las ventas.

(Traducción del inglés por Paula Gomis Montiel)