BLACK NIGHTS 2024 Competición óperas primas
Crítica: No Dogs Allowed
- El primer largometraje de Steve Bache es difícil de ver debido a su muy polémico tema principal, pero es un trabajo logrado, teniendo todo en cuenta

Vayamos al grano: No Dogs Allowed es una película difícil de olvidar, por buenas y malas razones. En su ópera prima, proyectada en la competición de óperas primas del Festival Black Nights de Tallin, el cineasta Steve Bache, nacido en Pirna, se centra en un chico de 15 años llamado Gabo (Carlo Krammling), un adolescente aparentemente normal que pasa sus días en el colegio, quedando con sus amigos y jugando a videojuegos. Sin embargo, no es un chico normal, ya que pronto descubrimos que está desarrollando tendencias incontrolables. Se hace amigo de un hombre de cuarenta años, Dave (Robin Sondermann), con el que entabla una amistad que rápidamente se convierte en algo más sórdido. El primer punto de inflexión en la narración se produce cuando Dave es detenido, acusado de abuso de menores, y Gabo se debate entre testificar contra él o revelar su propio secreto.
Es comprensible que la pedofilia siga siendo un tema tabú en la sociedad, por no hablar de sus representaciones cinematográficas y televisivas, con la excepción reciente del aclamado biopic sobre Marc Dutroux, Maldoror [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Fabrice Du Welz
ficha de la película], estrenado en Venecia y dirigido por Fabrice Du Welz. Sin embargo, Bache y su hábil guionista, Stephan Kämpf, adoptan una postura valiente y deciden abordarlo con crudeza y sentido del control. El enfoque de Bache y el guion de Kämpf son duros, ya que no endulzan ni ocultan nada. No obstante, son extremadamente cuidadosos, ya que logran transportar gradualmente al espectador a un territorio que es extremadamente inquietante, paso a paso, pero colocándolo en una posición en la que se debate entre dos juicios morales.
En esta película, todo se cuestiona con razón: el sistema escolar, la relación entre padres e hijos, el fácil acceso a la pornografía y a las apps de citas, así como la falta de apoyo psicológico. Cabe destacar que el guion, y sobre todo sus diálogos, nunca caen en trampas retóricas, ya que Kämpf mantiene un tono crudo pero realista. Del mismo modo, todo el reparto asume una gran responsabilidad, siendo especialmente llamativas las interpretaciones de Krammling y Sondermann, presumiblemente fruto de un largo trabajo de preparación.
Desde el punto de vista técnico, destaca la dirección de fotografía de Manuel Meinhardt, que consigue transmitir con eficacia la agitación emocional del protagonista (incluidos sus instintos más oscuros) sin caer nunca en los tópicos del exceso de énfasis. La cinta consigue un equilibrio entre planos estáticos y en movimiento a la hora de encuadrar a Gabo o de mostrarnos su punto de vista. Además, la sutil banda sonora de Andreas Pfeiffer también funciona a la perfección.
En conjunto, la ópera prima de Bache es un trabajo muy logrado. El cineasta decide iniciar su carrera en el mundo del largometraje con uno de los temas más difíciles, y lo hace con tacto y una dirección sólida. Se trata de un comienzo que le augura un futuro prometedor: el de un cineasta que probablemente cree que el cine no está ahí solo para reflejar la realidad, sino para ahondar en ella, aun a costa de destapar sus horrores y desgracias.
No Dogs Allowed es una producción de las alemanas ZDF y Schiwago Film.
(Traducción del inglés)
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