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BLACK NIGHTS 2024 Critics’ Picks

Crítica: Sonhar com leões

por 

- La comedia negra y satírica del portugués Paolo Marinou-Blanco imagina un seminario motivacional para ayudar a los enfermos terminales a acabar con sus vidas

Crítica: Sonhar com leões
Denise Fraga en Sonhar com leões

Un famoso verso de Bob Dylan dice que “el que no está ocupado naciendo está ocupado muriendo” (“he not busy being born is busy dying”). Lo cierto es que los protagonistas de Sonhar [+lee también:
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, de Paolo Marinou-Blanco, se toman este sentimiento al pie de la letra: acosados por enfermedades terminales, planean acabar con sus vidas, pero descubren nuevas barreras existenciales. Aquí entran en juego los espeluznantes “asesores de la muerte” de Joy Transition International, creados por el propio director portugués, aunque sus intrincados servicios se convierten en otro obstáculo burocrático. La segunda película de Marinou-Blanco tras la aclamada Goodbye Irene (presentada hace casi dos décadas) tuvo su estreno como película inaugural de la competición Critics’ Picks del Festival Black Nights de Tallin. La cinta plantea un objetivo cómico arriesgado y bienintencionado, aunque no resulta lo suficientemente divertida o perspicaz.

Este periodista lleva suficiente tiempo escribiendo sobre cine como para haber visto a Yorgos Lanthimos reemplazar a Charlie Kaufman como punto de referencia para el cine surrealista, y da la casualidad de que en Sonhar com leões, Joy Transitional International es una organización de autoayuda un tanto turbia inspirada en el centro de emparejamiento de Langosta [+lee también:
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. Gilda (la actriz brasileña Denise Fraga) es una antigua profesora y traductora afectada por un astrocitoma, un cáncer cerebral que provoca episodios de parálisis a medida que se extiende, y cuyos tres intentos fallidos de suicidio (relatados alegremente  mediante una voz en off que rompe la cuarta pared) la han llevado a las puertas de la citada organización. En el instituto también se encuentra Amadeu (João Nunes Monteiro), un joven que trabaja en una funeraria y que quedó huérfano cuando sus padres murieron trágicamente en un “accidente relacionado con un selfie” (un toque de humor a lo Spinal Tap, indicando que la historia se ambienta en un futuro cercano), que también sufre un tumor cerebral y que ahora se encuentra junto a Gilda en los destartalados asientos de la sala de reuniones. Más allá del artificioso y arbitrario enfoque cómico del seminario, Marinou-Blanco tiene más éxito explorando el improbable vínculo entre los personajes, primero como conspiradores y aliados con el objetivo de abandonar este mundo, y luego de forma más tierna como amantes, disfrutando de su trágica situación compartida ante su inminente final.

Sobrevolando este escenario especulativo encontramos las actitudes cambiantes de la sociedad hacia la eutanasia. De hecho, el año pasado fue legalizada en Portugal, mientras que los debates sobre el proyecto de ley de muerte asistida en el Reino Unido acaparan los titulares nacionales. Lo que resulta subversivamente cómico y oscuro es que Amadeus y Gilda parecen clínicamente deprimidos y a menudo sufren un dolor físico insoportable. Marinou-Blanco da en el clavo al sondear provocativamente el doloroso atractivo de la muerte para quienes la contemplan seriamente. Por otra parte, los aspectos difusos y poco desarrollados de la organización son un problema. “Joy” parece hacer referencia a su contenido banal, al estilo de un coach motivacional, incluyendo máscaras infantiles con una carita sonriente, mientras que “Transition” solo sugiere tímidamente lo que ya podría haber ocurrido con sus usuarios. Recordando a Lanthimos, los obstáculos restrictivos que el griego impone a sus personajes proceden de las humillaciones de la vida real. En este caso, la estrechez conceptual de la organización es tal que otros directores le dedicarían apenas un chiste o un gag, en lugar de los dos primeros actos de la película.

Sonhar com leões se mueve entre tabúes superados hace tiempo. Desde Harold y Maude, los intentos fallidos de suicidio se han convertido en un recurso típico del humor negro, y el hecho de que Marinou-Blanco intente sorprendernos constantemente de esta manera resulta un poco anticuado. Sin embargo, mientras el mundo se prepara gradualmente para que los métodos de muerte asistida sean más accesibles, su mera disponibilidad requiere una cierta adaptación psicológica por nuestra parte. El final puede parecer deseable, hasta que nos encontramos en su umbral.

Sonhar com leões es una coproducción entre Portugal, Brasil y España, producida por Promenade, Darya Films, Capuri y Cinètica Produccions.

(Traducción del inglés)

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