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SEVILLA 2024

Crítica: ¿Es el enemigo? La película de Gila

por 

- Alexis Morante recrea el tiempo que el gran humorista Miguel Gila pasó inmerso en la guerra civil española, una experiencia traumática de la que el cómico supo reírse después en sus monólogos

Crítica: ¿Es el enemigo? La película de Gila
Óscar Lasarte in ¿Es el enemigo? La película de Gila

Si hace unos meses David Trueba homenajeaba a Eugenio en Saben aquell, título que aludía a la famosa muletilla que empleaba, para empezar a hablar sobre un escenario, el serio humorista de las gafas oscuras y el cigarrillo en ristre; ahora Alexis Morante (El universo de Óliver [+lee también:
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) hace lo mismo con otro cómico español, Miguel Gila, con el comienzo de sus divertidos parlamentos cuando, teléfono a mano y disfrazado de soldado, llamaba a su contendiente y preguntaba por él. ¿Es el enemigo? La película de Gila [+lee también:
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se presentó en el pasado Festival de San Sebastián y acaba de hacerlo en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, poco antes de su estreno en salas comerciales españolas, previsto para el 13 de diciembre, con Filmax.

Pero si Trueba construía, a través de la figura de Eugenio, una suerte de biopic, donde destacaba la relación romántica del catalán con su primera esposa, Morante ha optado por retratar al Miguel Gila joven que, sin quererlo y obligado por una España convulsa, se vio arrastrado a alistarse en el bando republicano de la cruenta guerra civil. Atrás el muchacho deja a su abuela cinéfila… pero se lleva consigo su imbatible sentido del humor. Con él, sumergido en el infierno, logrará insuflar optimismo y algo de ánimo a sus compañeros de patrulla, cuando reciben la misión de quedarse custodiando un pueblo abandonado en las montañas.

Lo que sigue son las vicisitudes por sobrevivir en el horror y, cómo, a pesar del optimismo del protagonista, la crueldad en su máxima expresión acaba salpicándole. Se convierte así este film en una mezcla entre drama, película de guerra y comedia gracias al gracejo de ese Miguel Gila que, en una de las escenas más memorables (la de la hoguera) de esta cinta de espíritu comercial, logra transmitir esperanza no sólo a sus compañeros de batallón, sino al propio espectador.

Buena parte del éxito de la emoción y el humor que transmite esta tragicomedia –que, obviamente, recuerda a La vida es bella, de Roberto Benigni, y a MASH, de Robert Altman, salvando las distancias– se debe al carisma de Óscar Lasarte, el actor que encarna a Gila, todo un descubrimiento proveniente también del mundillo del stand-up y los shows de magia, que logra repetir los chistes del maestro con parecidas entonación, ilusión e ironía.

Basada en El libro de Gila. Antología cómica de obra y vida, escrito por el desaparecido cómico madrileño (que también intervino como actor en varios largometrajes a lo largo de su carrera artística), ¿Es el enemigo? La película de Gila se erige no sólo en un sentido y respetuoso homenaje a su talento sino, sobre todo –y esto es lo más destacable de este film que provoca a la vez sonrisas y un poso de amargura–, en un sensible alegato antibelicista, capaz de reírse de algo que no tiene ninguna gracia (la estupidez de todas las guerras). Pero es que, como se escucha en algún momento de su entretenido metraje: “la vida es una broma”.

¿Es el enemigo? La película de Gila es una coproducción hispano-lusa de las compañías Pecado Films, Arcadia Motion Pictures y Philmo Capital AIE en coproducción con Nu Boyana Portugal. De sus ventas internacionales se encarga Filmax.

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