12/12/2024 - El Col·lectiu Vigília estrena un emocionante debut premiado en Gijón sobre las relaciones entre las generaciones más jóvenes y los mayores y las precariedades que las atraviesan

Miquel Mas Martínez y Antonia Fernández Mir en L’edat imminent

Bruno, un joven apenas mayor de edad, hace malabares entre cuidar a su abuela Nati, de 86 años, trabajar de lo que encuentra, y vivir su juventud. Cuando la abuela consigue una plaza pública en una residencia, el joven deberá enfrentarse a la decisión de dejar ir a la única familia que ha conocido. Esta es la historia que cuenta L’edat imminent, el debut del Col·lectiu Vigília (formado por seis jóvenes estudiantes de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona: Clara Serrano Llorens, Gerard Simó Gimeno, Laura Corominas Espelt, Ariadna Ulldemolins Abad, Laura Serra Solé y Pau Vall Capdet), concebido como su Trabajo Final de Grado, y que, tras su estreno mundial en la Sección Oficial ‘Generation +16!’ del Festival de Cine de Giffoni 2024 (Italia), donde ganó el Premio especial The CGS Award (leer la noticia), y su estreno nacional en la Sección Enfants Terribles del Festival de Gijón, donde también obtuvo el Premio a Mejor Guion de Película Española (noticia), acaba de ser nominada a Mejor dirección novel en los Premios Gaudí, previamente a su estreno en España este viernes 13 de diciembre de la mano de Ringo Media.

Protagonizada por Miquel Mas Martínez y Antonia Fernández Mir en el papel del joven y su abuela, la película habla de las relaciones contradictorias entre generaciones, de relaciones donde el amor y el desgaste pueden coexistir, del deseo de independencia de una generación y las paradojas a las que nos enfrentamos a la hora de cuidar a nuestros mayores, de esa vejez y esa muerte a la que todos nos dirigimos, también de la realidad de las clases trabajadoras, de las precariedades que atraviesan a ambas generaciones, de esa que se va y tiene que encontrar un lugar donde envejecer y morir con dignidad y de una juventud que trata de sobrevivir en el mundo de hoy, de su necesidad de ganarse la vida a cualquier precio, de trabajar a cambio de miseria para poder llegar a fin de mes, de la dificultad de encontrar así un lugar en la sociedad y construir una vida propia.  

La relación entre esas generaciones está bien contada, la ternura, la complicidad, el tedio, el agotamiento, el silencio, la soledad y el miedo que hay en los protagonistas que las representan se cuenta con sencillez y sutileza, sin florituras ni pretensiones edificantes, más a través de lo que no se dice que de lo que se dice, a través de esas imágenes de su vida cotidiana que recorren la película, dejando tiempo y espacio para que el espectador reflexione y saque sus propias ideas y conclusiones. Una comida en la que el nieto trata de que su abuela coma más de lo que ella querría, otra en la que se hacen compañía sin apenas mediar palabra, el joven recorriendo las calles con su bicicleta en su trabajo de rider, cuando pierde el trabajo y trata de hacerse un currículum con la ayuda de una amiga, celebrando los dieciocho con sus amigos, evitando las llamadas de la residencia donde la abuela ha obtenido una plaza pública tras meses de espera. Son algunas de las imágenes que, con sensibilidad, delicadeza y sin afán de pretenciosidad, dicen más que las mismas palabras, narran con ligereza y cierta profundidad los conflictos de sus protagonistas, reflejan con sobriedad y honestidad esos sentimientos y emociones contradictorias que los habitan.

L’edat imminent es un debut emocionante; una película pequeña que logra lo que pretende ser. Una ópera prima llena de ternura y verdad, hermosa y dolorosa, sobre las precariedades que atraviesan a dos generaciones alejadas en el tiempo, sus encuentros y desencuentros, las historias de vida de las clases trabajadoras que viven en las periferias urbanas. Un debut con alma que descubre a unos jóvenes creadores que merece la pena seguir.

L'edat imminent es una producción de Ringo Media.