Crítica: Au bord du monde
por Aurore Engelen
- Guérin van de Vorst y Sophie Muselle pintan el sensible y dinámico retrato de una joven enfermera en prácticas que descubre la difícil realidad del servicio psiquiátrico

La película Au bord du monde, coescrita y codirigida por Guérin van de Vorst y Sophie Muselle, quienes colaboraron por primera vez juntos en este formato, se proyecta en el Ramdam Festival de Tournai después de su presentación mundial en el 39.° Festival de Mar del Plata. Del primero, conocemos sus cortometrajes, pero también su primer largometraje, que salió en 2018, La Part Sauvage [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Guérin Van de Vorst
ficha de la película]. La segunda tiene una sólida experiencia en el teatro, habiendo creado una compañía que reúne a personas con diversas experiencias en el ámbito de la locura y la psiquiatría.
La película nos adentra en un episodio formativo de la vida de Alexia (Mara Taquin). Esta joven enfermera en prácticas llega a regañadientes a un servicio de psiquiatría, cuando en realidad soñaba con trabajar en cuidados intensivos o urgencias. La encontramos en los vestuarios, en su primer día de prácticas. Llega tarde. Aunque es muy atenta a su entorno, Alexia se apega más de lo debido a Mila, una joven paciente de 20 años que afirma haber llegado allí por error, algo que Alexia está dispuesta a creer. A pesar de las advertencias de Joëlle, la jefa de enfermería, Alexia ignora las reglas y desarrolla con Mila una relación ambigua, generando en la joven paciente un apego que podría alterar un equilibrio ya inestable.
Guérin van den Vorst y Sophie Muselle toman la decisión de focalizar la mirada en Alexia, con pocas excepciones. Estamos con ella, la vemos a ella, e incluso cuando no es la protagonista de la acción es su perspectiva la que nos guía. Nos vemos envueltos en el torbellino del servicio, con una cámara que sigue a Alexia al vuelo, en largos planos secuencia de 360 grados que alternan con fluidez entre el movimiento y momentos más pausados, permitiéndonos captar la tensión, la fragilidad y el carácter inflamable de la psiquiatría, donde cada paciente es como un posible accidente a punto de ocurrir. También se percibe la fragilidad de un sistema en crisis, afectado por la falta de recursos y de personal, lo que a veces convierte la medicación forzada en una solución a problemas estructurales. La inmadurez de Alexia le juega malas pasadas, cuando cree poder relajarse, la realidad le alcanza. Frente a estos dilemas, su vocación vacila. Y entonces duda si seguir luchando…
La joven actriz belga Mara Taquin presta su energía a Alexia, en una interpretación que le hizo ganar el Premio a la Mejor Actriz en el Festival de Mar del Plata, donde Au bord du monde también recibió el premio a la mejor película
La película ha sido producida por la compañía belga Wrong Men. Las ventas internacionales corren a cargo de Reel Suspects.
(Traducción del francés)
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