SUNDANCE 2025 Competición World Cinema Dramatic
Crítica: Sukkwan Island
por Fabien Lemercier
- Swann Arlaud y Woody Norman brillan en la nueva cinta de Vladimir de Fontenay, un incisivo survival de alta gama, brutalmente físico y sutilmente psicológico

"Nada de coches, nada de teléfonos, ni gente, ni rutas. Una isla solo para nosotros." Es en el corazón de una "gran aventura" que gira alrededor de la relación entre un padre y su hijo en el aislamiento de una naturaleza salvaje, que el cineasta francoestadounidense Vladimir de Fontenay (descubierto en la Quincena de Realizadores 2018 con Mobile Homes [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película]) se sumerge con la impactante Sukkwan Island, presentada en el Festival de Sundance, dentro de la Competición World Cinema Dramatic.
El sueño romántico de una inmersión en un territorio virgen de presencia humana ha inspirado muchas películas, desde Defensa de John Boorman (1972) hasta Captain Fantastic de Matt Ross (2016), pasando por Hacia rutas salvajes de Sean Penn (2007), por mencionar solo algunas. Y sabemos bien que las cosas rara vez salen según lo planeado y que la tragedia casi siempre acecha cuando se trata de supervivencia. Sukkwan Island no oculta el destino desde su prólogo altamente sugerente: una llegada en barco en medio de un frío glacial, horas de conducción silenciosa por carreteras nevadas de día y de noche, y la evocación de un entierro ocurrido diez años antes. Seguimos a Roy (Ruaridh Mollica), un joven que ha venido a ver una cabaña antes de que sea demolida. Desde aquí, la historia da un gran salto atrás en el tiempo para presentar a los dos protagonistas del relato, adoptado por el director a partir de la novela homónima del estadounidense David Vann: el adolescente Roy (Woody Norman) y su padre Tom (Swann Arlaud). Bajo la superficie de una película de gran fisicidad (donde cortar leña es una cuestión de vida o muerte, se pesca, se dispara con rifle, se camina tambaleante sobre la nieve, se sufren heridas y se teme a los osos), con ecos de western moderno, la verdadera esencia reside en la relación entre padre e hijo, un cruce entre amor y crucifixión.
"Lo dejé todo, convencí a tu madre, compré esta casa para los dos". Separado de su esposa cuando Roy aún era un bebé, Tom ha decidido reconectar con su hijo pasando juntos un año en Sukkwan Island. Así es como a este dúo de padre e hijo lo deja en la isla una pequeña avioneta para instalarse en una austera cabaña ("ve todo recto por el bosque y luego gira a la izquierda en el lago"). El paisaje circundante es sublime, el aislamiento embriagador ("nuestras propias reglas, hacemos lo que queremos"), con solo una radio para comunicarse con el exterior. La luz cambia constantemente con el sol de medianoche y las auroras boreales. Pero pronto, Roy detecta comportamientos extraños en su padre ("no me siento en casa en ningún lado, pero estar aquí contigo lo arreglará todo"). Y cuando llega el invierno, los problemas prácticos se acumulan, la comunicación se vuelve tensa y la atmósfera se oscurece…
La historia, narrada desde el punto de vista del hijo, se construye eficazmente como un rompecabezas que revela poco a poco el pasado de Tom y su obsesión por encontrar un Edén perdido al estilo de Ahab persiguiendo a Moby Dick. Este dilema impregna toda la progresión narrativa, marcada por giros inesperados y eventos extremadamente duros en un entorno visual impresionante, donde los elementos naturales (ventisca, hielo, agua del lago, lluvia, nieve) juegan un papel esencial. Añadiendo a esto dos excelentes protagonistas y una excelente dirección de fotografía de Amine Berrada, se obtienes una película intensa y envolvente, que entrelaza perfectamente la acción con la psicología, los grandes paisajes con la tormenta emocional en el corazón de sus personajes.
Sukkwan Island ha sido producida por la compañía francesa Haut et Court y coproducida por Maipo Film (Noruega), Versus Production (Bélgica) y Good Chaos (Reino Unido). mk2 Films gestiona las ventas internacionales.
(Traducción del francés por Tiffany Diago Navarro)
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.