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SUNDANCE 2025 Competición World Cinema Dramatic

Crítica: Sauna

por 

- El director debutante Mathias Broe lleva la belleza del deseo no heteronormativo a la pantalla a través de un romance entre un hombre cis con ojos de corderito y su amante trans

Crítica: Sauna
Magnus Juhl Andersen (izquierda) y Nina Rask en Sauna

“Si quieres algo en la vida, tienes que agarrarlo, ya sea dinero o pollas, o ambas cosas”. Aunque no está seguro de que vaya a interpretarlo como debe, este es el consejo que le da a Johan (Magnus Juhl Andersen) su amigo Asif (Dilan Amin) en Sauna [+lee también:
tráiler
entrevista: Mathias Broe
ficha de la película
]
, el primer largometraje del director danés Mathias Broe, estrenado mundialmente en la competición World Cinema Dramatic del Festival de Sundance. Con cinco cortometrajes en su haber, Broe se lanza de cabeza al mundo del largometraje con un marcado estilo personal y una pasión tangible por hacer que los cuerpos y las historias queer vibren en la pantalla. El guion de la película está firmado por Broe y el guionista debutante William Lippert, basándose en el libro homónimo de Mads Ananda Lodahl.

Johan trabaja en la única sauna gay de Copenhague, donde lo encontramos limpiando un panel transparente con “glory holes”. Broe presenta la sauna más como un museo de arte que como un escondite, con cuadros colgados en las paredes de cada cuarto oscuro. Nuestro protagonista hace scroll por un equivalente ficticio de Grindr, pero lo que realmente quiere es intimidad, no un hedonismo acelerado en un espacio dominado por los encuentros rápidos, como el que representan este tipo de aplicaciones.

Sin embargo, de esta forma conoce a William (interpretado por el actor y cómico trans Nina Rask), un hombre trans sensible al hecho de no haber comenzado formalmente la terapia hormonal ni haberse sometido a una cirugía de afirmación de género. Aunque Johan se sorprende al principio, se siente claramente atraído por este joven encantador. No obstante, los problemas pronto se ciernen sobre la feliz pareja: la gerencia de la sauna, que obliga a William a abandonar el local al no considerarlo un hombre, despide a Johan por robar dinero para ayudar a financiar su operación, y también es expulsado de su apartamento. Estos primeros momentos de la película son como una bofetada, que revela al público el entorno rígido, excluyente y transfóbico en el que viven los personajes. En una de las conversaciones iniciales, Johan se encuentra con un grupo que les pregunta si son “gold star gays” (es decir, hombres que nunca se han acostado con mujeres, un concepto que ha sido denunciado frecuentemente como transfóbico y bifóbico). El director y el director de fotografía Nicolai Lok trazan una fuerte división visual entre los espacios cis frecuentados por Johan y sus amigos, locales iluminados por luces estroboscópicas donde la gente puede esconderse en las sombras, y los de William y sus amigos: coloridos, pero considerablemente más abiertos y relajados.

Broe construye esta intrincada y compleja relación a través de dos partes informales. La primera mitad es como un cálido y coqueto abrazo, ejemplificado por el sexo y los exuberantes momentos que pasan juntos en una especie de luna de miel, aunque el deseo de Johan por William a veces parece poco desarrollado. La segunda mitad se centra más en las tensiones que surgen cuando William se encuentra con inmensas dificultades con el sistema sanitario. Esta parte empieza a alargarse cuando las peleas entre Johan y William se repiten de forma similar, pero las grietas se hacen evidentes.

Johan ama a William “tal como es”, así que, ¿por qué no puede William amarse a sí mismo, aunque no tenga acceso inmediato a hormonas o cirugía? Broe deja claro lo que las personas cisgénero dan por sentado: no es tan sencillo. De esta forma, la historia de amor de Sauna se atasca entre la necesidad de una persona trans de vivir como es y el deseo de su pareja de expresar amor, dos actos que no deberían estar necesariamente en conflicto, pero que acaban chocando debido al sistema en el que viven. Con todo, la película termina con una desafiante chispa de esperanza. Corresponde al público decidir si se trata de un error, de una muestra de amor verdadero o de ambas cosas.

Sauna es una producción de la danesa Nordisk Film Production A/S. TrustNordisk gestiona las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)

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