BERLINALE 2025 Berlinale Special
Crítica: The Light
por Savina Petkova
- BERLINALE 2025: El director de Corre, Lola, corre Tom Tykwer inaugura el festival de este año con una didáctica mezcla de ciencia ficción y crítica social

Tom Tykwer ocupa un lugar especial en el canon del "Nuevo Cine Europeo" desde 1989, cuando dio un refinado giro experimental al género de las películas de atracos y thrillers criminales con Run Lola Run. Ahora, tras dedicar años de su carrera a la televisión de época con Babylon Berlin, el cineasta está de vuelta en el mundo actual con The Light [+lee también:
tráiler
ficha de la película], la llamativa película de inauguración de la Berlinale de este año. Si bien resulta inusualmente placentero ver los alrededores de la Potsdamer Platz en la mismísima película de apertura del certamen, lo cierto es que la chispa melodramática de la escritura y dirección de Tykwer no llega a convertirse en una llama en ninguno de los 162 minutos que dura el largometraje. Su premisa (la "luz" del título) promete una forma de lidiar con la pérdida y el trauma, pero los personajes y el guion se interponen en el camino del bienintencionado mensaje político de la película.
La película gira en torno a la familia Engels, que está formada por Tim (un Lars Eidinger tan formidable como siempre), el padre sensible que trabaja en una empresa de marketing con imagen ecológica; Milena (Nicolette Krebitz, cuyos trabajos como directora han sido presentados en la Berlinale en varias ocasiones), la madre ausente y adicta al trabajo; y Frieda y Jon, los dos hijos adolescentes de ambos. Sin embargo, no los vemos a todos juntos hasta pasado un tiempo en la cinta, y esto se debe básicamente a que rara vez lo están. De hecho, la forma en que comienza la película sugiere incluso que podría haber múltiples líneas narrativas, dado lo aislado que está cada personaje en su vida cotidiana. Pero el acontecimiento que une a todos los miembros no es otro que la muerte de su empleada doméstica, una mujer polaca que todos admiten que era prácticamente invisible para ellos. A medida que el duelo —o la culpa de su privilegio— los lleva directos a la toma de conciencia, la llegada de una nueva empleada, la misteriosa Farrah (Tala Al-deen), augura un futuro mejor.
Tykwer opta por adornar una estructura narrativa bastante convencional con interminables desvíos que se manifiestan en forma de historias de fondo, monólogos, conflictos laborales e incluso secuencias musicales para definir a sus personajes. Por un lado, es admirable que quiera y pueda darnos más elementos a los que aferrarnos, pero por otro, lo único que mantiene a flote este híbrido disperso son las interpretaciones. Eidinger y Krebitz forman un dúo excepcional, y su química en pantalla transmite a su vez una tensión abrasadora, discusiones explosivas y momentos ocasionales de ternura, como si de un vals se tratara. En ocasiones, The Light parece centrarse en la dinámica entre Tim y Milena como el núcleo de una familia disfuncional, mientras el mundo se desmorona a su alrededor. Hay una desesperanza palpable que se cuela incluso en los momentos más desenfadados y divertidos, lo cual sugiere una posible lectura alegórica de la cinta, que ve a estos neuróticos personajes de cuarenta y pico años como productos de la Alemania posterior a la caída del Muro de Berlín.
El hecho de que Farrah sea una refugiada siria con un alto nivel de educación no es de extrañar, puesto que el mensaje político de la película queda claro incluso antes de su desenlace fantástico. Sin duda, nadie puede dudar de las intenciones de Tykwer al poner en tela de juicio la conciencia colectiva de Alemania en relación con los solicitantes de asilo a través de la figura de Farrah, a la que convierte en una figura deus ex machina para una familia que encarna la frivolidad de la clase media occidental. Dicho esto, la dirección no acaba de convencer, y la película no logra contener su abrumadora cantidad de ingredientes, lo que hace que el guion parezca excesivamente recargado, el estilo resulte irregular en lugar de provocador y la perspectiva sobrenatural con la que se enmarca todo parezca ingenua. Por mucho que Farrah permanezca como un enigma y sus motivaciones sean cuestionables, es imposible no pensar en aquella pobre mujer polaca cuya única función en la historia era morir para hacer avanzar la trama. Por desgracia, ambas caen en la misma trampa —o cliché— narrativa, incluso cuando Tykwer intenta evitarlo.
The Light es una coproducción germano-francesa de X Filme Creative Pool junto con Gold Rush Pictures, Gretchenfilm, B.A. Filmproduktion y ZDF. Las ventas internacionales de la película corren a cargo de Beta Cinema.
(Traducción del inglés)
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