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BERLINALE 2025 Berlinale Special

Crítica: No Beast. So Fierce.

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- BERLINALE 2025: El último trabajo de Burhan Qurbani es una vuelta de tuerca demasiado ambiciosa y caótica a la obra de William Shakespeare Ricardo III

Crítica: No Beast. So Fierce.
Kenda Hmeidan en No Beast. So Fierce.

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se ha estrenado en la sección Berlinale Special de la Berlinale de este año. Se trata de la obra más reciente de Burhan Qurbani, en la que reimagina Ricardo III, la tragedia clásica de William Shakespeare, situándola en una Berlín contemporánea y alternativa, donde dos clanes árabes, los York y los Lancaster, libran una prolongada guerra de bandas. En el epicentro del conflicto se encuentra Rashida (Kenda Hmeidan), una joven abogada de la Casa de York que, en un intento de establecer la paz, recurre a la violencia para eliminar a los líderes de los Lancaster.

Sin embargo, en un mundo dominado por hombres, Rashida se siente excluida, incapaz de reclamar su auténtico poder. Determinada a gobernar, emprende un viaje de manipulación, seducción y asesinato, atormentada por traumas de su infancia y cicatrices de guerra.

Aunque sobre el papel la premisa es intrigante, la película tropieza al buscar la coherencia en su visión artística. Qurbani combina un contexto ultramoderno con una atmósfera metafísica enigmática y aparentemente realista. La película oscila entre el estilo y la estética de Baz Luhrmann y algunas secuencias más restringidas y teatrales del Kammerspiel. A pesar de que este enfoque híbrido no es un problema inherente, aquí se siente inconexo y torpemente ejecutado.

Otro punto débil es su incoherencia lingüística. A pesar de la herencia árabe de los personajes, el alemán predomina en el diálogo, y el árabe se usa esporádicamente de una manera que resulta contraintuitiva. Esta elección lingüística, sumada a una adaptación bastante torpe del texto shakespeariano, le resta credibilidad al conjunto. Por ejemplo, esto ocurre con la inclusión de un fragmento francamente innecesario de Romeo y Julieta y con la extraña frase “Mi reino por un Jaguar” durante un momento trágico.

La película alude a temáticas de opresión y dinámicas de poder, pero no llega a profundizar completamente en estas ideas en ningún momento. Tampoco juega con la historia pasada, presente o “imaginada”. El trasfondo de las familias York y Lancaster, que se remonta a décadas de dinastías criminales en Berlín, se presenta de forma precipitada a través de una emisión de radio cualquiera, en lugar de integrarse de forma natural en la construcción narrativa. Además, aunque algunos personajes conservan los “apellidos” otorgados por Shakespeare, sus nombres de pila (Rashida, Ghazi, Imad, Qamar y Mishal, entre otros) son claramente árabes, creando un entorno específico y extrañamente difuso al mismo tiempo.

Con respecto a las actuaciones, especialmente la de Hmeidan, se muestra poca evolución o profundidad, haciendo que el viaje de la protagonista no resulte convincente a nivel emocional. El desafío de interpretar versos centenarios es evidente en pantalla. Aunque los esfuerzos de los actores son visibles, les falta dirección, fuerza y disciplina para que sus actuaciones cobren vida y logren que aceptemos completamente la gran suspensión de incredulidad que se nos pide. Aunque todo el reparto tiene potencial, su talento se desaprovecha en gran medida porque Qurbani se apoya demasiado en una estética grandilocuente y en el uso de la cámara lenta. En pocas palabras, no consigue engancharnos debido a la falta de una puesta en escena y visión claras.

Desde un punto de vista técnico, No Beast. So Fierce. destaca visualmente. La fotografía de Yoshi Heimrath evidencia maestría en el uso de la luz y el encuadre, y el diseño de producción de Jagna Dobesz, especialmente en sus secuencias más irreales y oníricas, es innegablemente sofisticado. Sin embargo, estos impresionantes elementos terminan resultando un derroche de recursos cuando no aportan a la narrativa. En última instancia, la película se presenta como un proyecto ambicioso y fragmentado, mostrando destellos de valentía y experimentación, pero, en definitiva, resulta limitado por las exigencias de producción y una torpe escritura.

La adaptación de Qurbani no termina de decidirse sobre qué quiere ser: ¿una tragedia pop, una épica, un híbrido de crimen y terror? Si bien la fusión de géneros puede ser una herramienta poderosa, la ejecución final hace que parezca una colección de ingredientes prometedores que, juntos, nunca producen un resultado satisfactorio. En un principio resulta fascinante, pero su mundo resulta cada vez más alienante, convirtiendo No Beast. So Fierce. en una oportunidad desperdiciada, más que en una reimaginación triunfal.

No Beast. So Fierce. es una coproducción entre Sommerhaus Filmproduktion (Alemania), Madants (Polonia) y Getaway Films (Francia). La agencia de ventas con sede en París Goodfellas se encarga de los derechos internacionales de la película.

(Traducción del inglés por Paula Esteban)

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