Crítica: O último azul
por Veronica Orciari
- BERLINALE 2025: La película de Gabriel Mascaro es una explosiva combinación de una poderosa protagonista, ambientaciones impresionantes, humor audaz y rituales místicos

El director brasileño Gabriel Mascaro regresa a la Berlinale tras presentar Divino Amor [+lee también:
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ficha de la película] en la sección Panorama en 2019, y continúa desarrollando su cautivador estilo visual, muy arraigado en las proyecciones de un Brasil distópico en un futuro cercano. Esta vez, el elemento central de la película O último azul [+lee también:
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ficha de la película], presentada en competición, no es el nacimiento, sino más bien lo contrario: la vejez.
Tereza (Denise Weinberg), de 77 años, es solo una de las muchas personas mayores de su pequeña ciudad amazónica que se ven obligadas a trasladarse a una residencia de ancianos. Las generaciones más jóvenes deben trabajar y ser productivas, lo que implica que las personas mayores ya no son necesarias y deben pasar sus últimos años en “paz”. Escapar a este destino es extremadamente difícil, ya que todo el mundo sigue estrictamente las normas del gobierno, que exigen a las personas de edad avanzada presentar documentos que demuestren que su “cuidador” (en el caso de Tereza, su hija) les ha concedido permiso para comprar un billete de avión o autobús.
Tras ser informada de que se ha reducido el umbral de edad y que ahora forma parte del grupo que debe trasladarse a la residencia, Tereza decide que quiere volar en avión, algo que se ha negado a sí misma durante toda una vida de trabajo y responsabilidades como madre soltera. Cuando su hija se niega a darle permiso, la mujer se embarca en un viaje en solitario para cumplir su sueño. Por el camino, conoce a varias personas, entre ellas Cadu (brillantemente interpretado por Rodrigo Santoro), un marinero enamorado que la introduce clandestinamente en su barco y le enseña los poderes mágicos de un líquido azul extraído de un caracol. Poco después, Tereza conoce a Roberta (Miriam Socarrás), que la llevará a descubrir una perspectiva totalmente distinta de la vida.
O último azul es una película maravillosamente realizada que se apoya principalmente en su peculiar enfoque de road movie cómica, así como en sus poderosas imágenes, realzadas por la belleza de los paisajes sudamericanos. El trasfondo social, a veces eclipsado por el humor, también es sumamente cautivador, ya que presenta una intrigante perspectiva generacional sobre el tema. Denise Weinberg hace un trabajo increíble representando todos los matices de Tereza, un personaje absolutamente adorable, rodeado de papeles secundarios bien escritos, cada uno de los cuales podría haber tenido una película propia. En general, la propuesta de Mascaro es una delicia.
O último azul es una producción de la brasileña Desvia y la mexicana Cinevinay, coproducida por Quijote Films (Chile) y Viking Film (Países Bajos). El nuevo agente de ventas parisino Lucky Number (leer la entrevista) se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del inglés)
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