Crítica: The Swan Song of Fedor Ozerov
por Veronica Orciari
- BERLINALE 2025: El primer largometraje de Yuri Semashko es una interesante mezcla fluida de varias influencias, lo que hace de esta película con micropresupuesto algo especialmente memorable

Imagina una fusión entre la Tercera Guerra Mundial y el mito de Orfeo y Eurídice, ambientada con música al estilo de Michel Gondry. Añádele imágenes creativas, así como un toque crudo y sin pulir, y el resultado es una retorcida historia de madurez que oscila entre la comedia y el thriller dramático, transportando al espectador a múltiples mundos en solo 78 minutos. Con The Swan Song of Fedor Ozerov [+lee también:
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ficha de la película], presentada en la sección Forum de la Berlinale, Yuri Semashko demuestra cómo una película de bajo presupuesto, guiada con una visión firme, puede transformarse en una obra competente y con potencial para llegar a una audiencia amplia.
Fedor Ozerov (Viachaslau Kmit) es un músico de 25 años que ha compuesto un álbum, pero nunca ha actuado ante el público. A medida que el año llega a su fin y el mundo se tambalea al borde del colapso debido a crecientes tensiones políticas, Fedor se propone formar una banda. Su búsqueda de compañeros lo arrastra a un torbellino de personajes excéntricos y desafíos inesperados, todo ello mientras persigue obsesivamente su jersey de margaritas perdido, el objeto que, según él, es la clave de su inspiración creativa.
Su hermana Nina (Violetta Rahachova) está profundamente involucrada en el activismo político y rechaza por completo la actitud de Fedor, que se encuentra perezosamente absorto en sus ambiciones artísticas. Este contraste entre sus perspectivas da pie a discusiones provocativas entre ambos y establece firmemente a Nina como el personaje secundario más importante. Su dinámica también despierta cuestiones más profundas sobre la utilidad del arte, a menudo percibido como una escapatoria autocomplaciente de las urgentes realidades del mundo. ¿Tiene la protesta mayor importancia que la creación artística? Este tipo de cuestiones son las que siguen resonando en la audiencia mucho después de que los hermanos hayan compartido escena.
Semashko, además de encargarse del guion y montaje de la película, también ha contribuido al diseño de producción. Ha creado una obra humorística que invita a la reflexión y que explora con profundidad temas como política, muerte y mitología griega. The Swan Song of Fedor Ozerov podría parecer, en teoría, demasiado ambiciosa o pretenciosa, pero en su ejecución mantiene un tono ligero que la hace disfrutable en todos los aspectos. En su sencillez reside su esencia, y a pesar de sus frecuentes descensos a un mundo febril y surrealista, la historia nunca se siente forzada ni inverosímil, una paradoja en sí misma.
Por último, la película del director bielorruso es un interesante collage de influencias capaz de satisfacer a públicos diversos. Aunque la película no está exenta de defectos técnicos, estos aportan un peculiar aspecto “desgastado”. En definitiva, The Swan Song of Fedor Ozerov es un título al que vale la pena no perder de vista en lo que se refiere al cine de autor radical, pero inteligible y muy imaginativo, pues será capaz de convencer a audiencias muy diferentes con su innovador enfoque y escenas memorables.
The Swan Song of Fedor Ozerov es una coproducción entre Artbox (con sede en Vilna), Shoot’n’Post (Alemania), la Belarusian Filmmakers Network y Singo (Lituania).
(Traducción del inglés por Paula Esteban)
Galería de fotos 16/02/2025: Berlinale 2025 - The Swan Song of Fedor Ozerov
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