Crítica: Our Time Will Come
por Savina Petkova
- BERLINALE 2025: Ivette Löcker pinta un retrato de una pareja que sucumbe a la presión del racismo y la discriminación en Viena

El matiz positivo de Our Time Will Come [+lee también:
tráiler
ficha de la película], título del documental de Ivette Löcker, no emana de una certeza sobre el futuro sino de un deseo esperanzador. En este largometraje, la cineasta austriaca sigue a Siaka Touray y Victoria Preuer, una pareja que lleva más de un año luchando por alcanzar la estabilidad y la posibilidad de construir una familia en Austria. Siaka, un refugiado de Gambia sin documentación, enfrenta condiciones laborales precarias y racismo. Löcker es testigo de las citas de la pareja en el centro de trabajo, visitas familiares y peleas. Aunque muy rara vez interviene, la presencia de su cámara no pasa desapercibida en Our Time Will Come, estrenada en la sección del Forum de la Berlinale de este año.
En una secuencia tensa y prolongada a mitad de la película, Siaka y Victoria discuten sobre el contenido del documental de Löcker; más específicamente, discrepan en lo que se debería representar. Siaka le recuerda a Victoria que ellos aceptaron participar en una película “sobre nuestra historia, nuestro dolor y nuestros buenos momentos”. No obstante, ella expresa sus preocupaciones por la falta de más momentos felices como pareja. Esto puede interpretarse como una cuestión de orgullo y vanidad, pero en el contexto de la película, revela mucho sobre el peso de la discriminación y el infierno burocrático que deben atravesar. En cuanto a historias de refugiados, algunos espectadores podrían pensar que la situación de esta pareja es más “fácil” que la de otros, pero el sufrimiento no se puede medir ni comparar con el de otras personas. Es poco común ver a un hombre como Siaka hablar con tanta sinceridad sobre su dolor y salud mental, dividido entre su familia necesitada en Gambia y una sociedad muy cortés en Viena que, sin embargo, lo mantiene a raya.
Our Time Will Come es el retrato de una relación que se ha cincelado con paciencia y modestia. Al principio, la película ni siquiera pretende trascender la presencia performativa de Siaka y Victoria; simplemente los deja ser, en lugar de intentar seguir con el estilo (ilusorio) de “mosca en la pared” de un documental. Löcker mantiene su distancia de una manera respetuosa, para permitirles a ambos hablar y hacer lo que quieran en cada escena, ya sea íntima o no.
Como resultado, esta película cambia a mitad, evolucionando muy lentamente, lo suficiente como para acomodarse al ritmo de la pareja, un ritmo que deben hallar por sí mismos mientras la cámara los sigue durante el proceso de grabación. La paciencia es clave tanto en la vida como en la práctica cinematográfica, pero también es un lujo. Esta percepción se vuelve tangible gracias al enfoque de Löcker y su rechazo absoluto a apropiarse o narrar la historia de la pareja de cualquier manera convencionalmente “cinematográfica”, porque el amor y la libertad son derechos humanos.
Our Time Will Come es una producción de KGP Filmproduktion (Austria) y sixpackfilm se encarga de las ventas internacionales de la película.
(Traducción del inglés por Paula Esteban)
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