Crítica: Surviving Earth
por Olivia Popp
- Thea Gajić debuta en el largometraje con una película basada en la sentida pero dolorosa historia real de su padre, un inmigrante en Reino Unido huido de Yugoslavia

La guionista y directora británica Thea Gajić debuta en el largometraje con Surviving Earth [+lee también:
entrevista: Thea Gajić y Slavko Sobin
ficha de la película], que acaba de tener su estreno mundial en la competición Narrative Spotlight del SXSW. Vlad (Slavko Sobin), que huyó de la antigua Yugoslavia a Bristol hace años, es un exadicto reconvertido en consejero de adicciones que no desea otra cosa que mantener una buena relación con su hija adulta Maria (Olive Gray), y triunfar tocando la armónica en su banda balcánica con su amigo Misko (Stuart Martin). Podría decirse que son objetivos humildes, pero las cosas se complican cuando empieza a tener problemas económicos (su madre y su hermano, que se quedaron en Serbia, le presionan para que consiga más dinero), y sus ambiciones se vuelven más grandes de lo que puede mantener de forma realista, lo que le lleva a una espiral descendente relacionada con traumas del pasado.
El director de fotografía Olan Collardy (más conocido por su trabajo en la comedia romántica indie Rye Lane [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película]) nos sumerge visualmente en una historia que se toma en serio a Vlad, creando una sensación de dramatismo sin recurrir a un estilo excesivamente pulido. Sin embargo, la alegre música balcánica de Hugo Brijs, que acompaña la película, transmite una sensación de vitalidad. La película está basada en la historia real del padre de Gajić, y los títulos de crédito dedican la obra a la memoria del verdadero Vladimir Gajić y de Mychajlo “Misko” David Czerkas, el compañero de banda de la película. En definitiva, Surviving Earth representa historias de gente corriente que se esfuerza por encontrar el equilibrio entre los desafíos cotidianos de la vida (de ahí el título de la película), no solo de la difícil situación de los inmigrantes. En su interior también encontramos la historia de una crisis de salud mental y luchas contra la adicción del protagonista, que no son tomadas en serio por aquellos que le rodean, ni tampoco por las instituciones en las que habita, aunque es difícil profundizar en esta narrativa hasta el final.
Por difícil que resulte hacer esta crítica, dada la inspiración de la historia en los relatos del propio Gajić, Surviving Earth a menudo no consigue captar la urgencia del pasado atormentado de Vlad, derivado de sus heridas personales, ni hacer que empaticemos plenamente con los objetivos de su banda. La película no minimiza necesariamente los problemas de Vlad, pero la profundidad emocional de los momentos cruciales no se transmite lo suficiente. Por ejemplo, la escena en la que unos juerguistas destrozan la preciada armónica de su abuela es claramente un momento increíblemente devastador para nuestro héroe, pero el enfoque de la narración no capta la gravedad de la tragedia. Del mismo modo, nos enteramos de que es un exdrogadicto por su trabajo asesorando a adictos en rehabilitación, pero los peligros de su propia recaída no quedan del todo claros.
Gajić también apunta brevemente a la idea de las tensiones etnopolíticas dentro del grupo, incluida la provocación de Zlatan (Toni Gojanović), que cuestiona las lealtades pasadas de Vlad, acusándole de luchar por Serbia: una serie de microagresiones diseñadas para generar una lucha por el control. Sin embargo, esta subtrama solo se aborda en momentos fugaces, sin llegar a profundizar.
Surviving Earth es una producción de las británicas My Accomplice y Sona Films. Bankside Films se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del inglés)
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.