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VISIONS DU RÉEL 2025

Crítica: La Muraille

por 

- Callisto Mc Nulty nos adentra en un universo protegido a la vez que inquietante en donde los "leprosos" han sido capaces de curar sus heridas lejos del mundo exterior

Crítica: La Muraille

La Muraille, la nueva película de la directora y artista francosuiza Callisto Mc Nulty, que se ha estrenado a nivel mundial en la sección Burning Lights del Visions du Réel, permite al público adentrarse entre los muros de un lugar que durante años ha representado la frontera entre la salud y la enfermedad, entre la normalidad y la monstruosidad. Tras Delphine et Carole, insoumuses [+lee también:
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, Mc Nulty ha decidido centrar su segundo largometraje —al igual que lo hacía su abuela— en aquellos que han permanecido silenciados y en la sombra durante demasiado tiempo. Por fin, tras años de silencio, las voces de los pacientes y del personal del sanatorio de Fontilles se han liberado y revalorizado gracias al cine.

En el sureste de España se alza un muro que separa dos mundos aparentemente irreconciliables: el de los sanos y el de los enfermos, a los que se les tacha de contagiosos, de seres humanos portadores de una enfermedad que los convierte en ciudadanos de segunda clase. El sanatorio de Fontilles fue, de hecho, una especie de santuario para quienes sufrían de lepra y eran rechazados por una sociedad que no sabía —o no quería— enfrentarse a su sufrimiento. El sanatorio les ofrecía la posibilidad de vivir una vida digna, sin necesidad de esconderse, junto a personas que, como ellos, estaban estigmatizadas por su enfermedad. Con precisión y empatía, y sin emitir juicios, Callisto Mc Nulty se adentra en este mundo paralelo para encontrarse con los y las testigos de un pasado no tan lejano que parece desvanecerse ante nuestros ojos. Sus testimonios, tan conmovedores como valientes, nos permiten acceder a un pasado que muchos preferirían olvidar, una época en la que la enfermedad se percibía con terror, como causa de transformaciones monstruosas que generaban un malestar que iba más allá del cuerpo. Enfermar de lepra significaba tener que convivir con un estigma no solo individual sino también familiar, la marca imborrable de una anomalía que contaminaba a toda una generación. En este sentido, resulta profunda y conmovedora la declaración del hijo de un enfermo, que habla ante la cámara con emoción sobre la angustia de su padre, que temía que él, como hijo, sufriera el mismo destino: ser discriminado por su asociación con una enfermedad que aún hoy genera pavor.

La fuerza de La Muraille reside en la ambigüedad misma del lugar filmado: al mismo tiempo prisión y oasis, un espacio donde se podía “sanar” lejos de las miradas inquisitivas de una sociedad que no acepta ninguna desviación de la norma. ¿Qué significa ser diferente, no productivo y físicamente anómalo en un mundo que aspira a que todos seamos artificialmente “perfectos”? Este nuevo largometraje de Mc Nulty impulsa al público a confrontar sus propios límites, a reflexionar sobre su capacidad de aceptación o rechazo hacia cuerpos marcados por una enfermedad considerada durante mucho tiempo como altamente contagiosa. El larguísimo muro que separa el pueblo del sanatorio de Fontilles fue construido por miedo a un contagio que se percibía como inminente, un peligro invisible que debía ser detenido a toda costa. Gracias al cine, se les ha dado voz a los protagonistas de una historia que muchos preferirían borrar, una historia ambientada en un momento histórico en el que el pánico sustituyó a la empatía y a la humanidad.

En este sentido, La Muraille se convierte en una especie de confesionario, un archivo de imágenes que se transforman en testimonios directos de una historia que merece ser contada. Mc Nulty filma a sus protagonistas con gran respeto y poesía, devolviendo a sus voces y a sus cuerpos heridos una dignidad que durante mucho tiempo les fue negada. Los pequeños gestos cotidianos (alisar meticulosamente la sábana de la cama con unas manos endurecidas por la enfermedad o intercambiar unas palabras amables con el personal de la fundación) se transforman en actos políticos, en testimonios de una lucha constante por existir a pesar de una diferencia que deja huella. La Muraille es una película poderosa, compleja y misteriosa que nos enfrenta a nuestros propios miedos y nos obliga a detenernos y mirarnos hacia adentro, sin prisa.

La Muraille ha sido producida por Alva Film, Barberousse Films y RTS Radio Télévision Suisse.

(Traducción del italiano)

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