CANNES 2025 Quincena de los Cineastas
Crítica: Enzo
por Fabien Lemercier
- CANNES 2025: Al dirigir la última película del difunto Laurent Cantet, Robin Campillo teje una sutil obra sobre un adolescente en busca de su lugar en el mundo

“Estáis todos haciendo como si no pasara nada. Yo no soy como vosotros.” Como todo el mundo sabe, la adolescencia es una etapa turbulenta. A sus 16 años, Enzo [+lee también:
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ficha de la película], el protagonista de la película homónima de Robin Campillo con la que se ha inaugurado la 57.ª Quincena de los Cineastas del 78.º Festival de Cannes, no es la excepción, y sus padres, como tantos otros, tratan de adaptarse como pueden a una situación tan volátil como incomprensible.
Así, la película se sumerge en una historia aparentemente muy sencilla, bajo el sol de junio en el sur de Francia. Las cigarras cantan, las piscinas invitan a darse un chapuzón y la vida parece apacible. Pero para Enzo (la revelación Eloy Pohu), que hace malabares entre una familia burguesa y afectuosa y la dureza del trabajo en una obra de construcción a la que le ha llevado su rechazo hacia el sistema escolar tradicional, no hay nada claro. Y son justamente esas sutilezas las que el cineasta francés explora con maestría, al aceptar dirigir —con su estilo propio—, en un hermoso homenaje y gesto de amistad, el largometraje que no pudo terminar el difunto Laurent Cantet, a quien acompañó durante casi toda su carrera como coguionista y montador (especialmente en La clase [+lee también:
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ficha de la película], ganadora de la Palma de Oro en 2008).
“¡Un chico de 16 años se está ahogando delante de nuestros ojos y no estamos haciendo nada para remediarlo!” El padre de Enzo, un profesor interpretado por el italiano Pierfrancesco Favino, sufre profundamente la decisión de su hijo de abandonar los estudios tradicionales ("no quiero estudiar, quiero trabajar, no volveré nunca a la escuela") y, por tanto, renunciar a un futuro más acorde con su clase social. La madre, ingeniera (Élodie Bouchez), intenta suavizar las tensiones. Enzo, por su parte, entabla amistad en la obra con Vlad (Maksym Slivinskyi), un obrero ucraniano de 25 años que ha venido a Francia a ganar dinero, pero que empieza a cuestionarse su relación con su país en guerra. Esta cercanía precipita una serie de acontecimientos para Enzo, que no oculta nada y desea tomar sus propias decisiones, aunque en realidad —y es totalmente comprensible a su edad— "todavía no conoce muy bien el mundo en el que vive"…
Con una gran sutileza narrativa (el guion está firmado por Laurent Cantet, Robin Campillo y Gilles Marchand), Enzo ofrece a sus cuatro excelentes intérpretes principales un terreno fértil para desplegar matices, y todo ello enmarcado en una puesta en escena elegante y orgánica. A través de una serie de pequeñas pinceladas, la película construye su trama en torno al delicado límite entre el realismo social y el melodrama existencialista y familiar, en una atmósfera luminosa y con una humanidad sencilla y contenida que rinde homenaje al cineasta de gran talento, modestia y bondad que fue Laurent Cantet.
Enzo ha sido producida por Les Films de Pierre y coproducida por France 3 Cinéma, Page 114, Ami Paris, las belgas Les Films du Fleuve, Be TV y RTBF, así como por la italiana Lucky Red. Las ventas internacionales de la película corren a cargo de mk2 Films.
(Traducción del francés)
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