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CANNES 2025 Un Certain Regard

Crítica: L'Inconnu de la Grande Arche

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- CANNES 2025: Haciendo gala de su gran talento como guionista, Stéphane Demoustier firma una película inteligentemente accesible, que arroja luz sobre la especial trayectoria de un creador olvidado

Crítica: L'Inconnu de la Grande Arche
Claes Bang y Michel Fau en L'Inconnu de la Grande Arche

“Vuestras pequeñas estrategias y vuestros cálculos no me interesan; soy arquitecto”. Lo que Stéphane Demoustier ha decidido inmortalizar en mármol cinematográfico por medio de L'Inconnu de la Grande Arche [+lee también:
tráiler
entrevista: Stéphane Demoustier
ficha de la película
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, que ha sido presentada en la sección Un Certain Regard del 78.º Festival de Cannes, es nada más y nada menos que el destino de un hombre que nadie conocía y que, no obstante, fue elegido como el diseñador de una de las obras de ingeniería más importantes del mundo a finales del siglo XX. Se trata de un relato apasionante que enfrenta la pasión artística con el equilibrio de poderes encarnado por la razón de Estado, las sacudidas políticas y las limitaciones económicas. La película, que constituye una adaptación de un libro de Laurence Cossé y ha sido construida con gran sutileza por el cineasta francés, sigue la estructura de una fuga musical, con su repetición de motivos y su creación de variaciones, y todo ello en una tonalidad casi tragicómica que resulta accesible a un público más amplio que el estrictamente técnico o aficionado a la arquitectura.

Su propia casa y cuatro iglesias es el escaso balance como constructor del profesor danés Otto von Spreckelsen (Claes Bang) cuando, en 1983, contra todo pronóstico y gracias al carácter innovador y atrevido de su proyecto, gana el concurso impulsado por las autoridades francesas para el futuro CICOM (Carrefour International de la Communication) en La Défense, a las afueras de París. Con el apoyo y los ánimos del presidente François Mitterrand (Michel Fau), así como con el respaldo del tecnócrata Jean-Louis Subilon (Xavier Dolan) y, más tarde, del arquitecto local Paul Andreu (Swann Arlaud), nuestro idealista protagonista de carácter firme se encuentra en posición de realizar la obra de su vida: ese Cubo que otros preferirán llamar el Gran Arco. Pero si la perspectiva es emocionante, la obra es faraónica, los plazos muy ajustados, los detalles cruciales, la burocracia paralizante, las mentiras y la corrupción constantes, y las fuerzas e intereses en juego son muy poderosos frente a un hombre que se encuentra prácticamente solo (acompañado únicamente por su esposa, interpretada por Sidse Babett Knudsen) en su obstinada búsqueda de la perfección cristalina…

Al navegar con destreza por la dimensión paradójica de su tema, trazando el camino de un individuo con una radicalidad muy humana —apegado, por ejemplo, al dibujo a mano— en medio de vicisitudes profesionales altamente técnicas (la regularidad de las juntas, puntos de anclaje, cimentación, sustentación, vidrio pegado, coloración nitrada del mármol de Carrara, experimentación, búsqueda de soluciones, etc.), Stéphane Demoustier consigue expresar sus matices más delicados para un público no especializado, y todo gracias a una pincelada de comedia que no perdona a la realeza presidencial francesa ni a su séquito de altos funcionarios. Sin duda, se trata de un “matrimonio entre lo mate y lo brillante” que confiere a la película, con pequeños toques, un equilibrio seductor, todo su sabor y su encanto.

L'Inconnu de la Grande Arche ha sido producida por Ex Nihilo (Francia) y coproducida por Zentropa Entertainments (Dinamarca), Le Pacte (también se encarga de las ventas internacionales) y France 3 Cinéma.

(Traducción del francés)

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