16/05/2025 - CANNES 2025: Óliver Laxe hace explotar una bomba artística de alta potencia al sumergirse en las profundidades de un viaje iniciático en el desierto de una sorprendente familia creada en él

(i-d) Stefania Gadda, Joshua L. Henderson, Richard Bellamy y Sergi López en Sirât

“Nada de esto tiene sentido. No deberíamos haber venido. ¿Cómo salimos de aquí? ¿Dónde estamos?” En el Corán, el concepto que da título a Sirât [+lee también:
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entrevista: Óliver Laxe
ficha de la película], la extraordinaria película de Óliver Laxe que ha catapultado la competición del 78.º Festival de Cannes a otra dimensión, no es otro que un puente suspendido sobre el infierno, “más fino que un cabello y más afilado que una espada”. Es en esta travesía alegórica, en pleno desierto marroquí, con el apocalipsis como telón de fondo y al ritmo envolvente de la música techno, donde el director español sigue a un grupo de europeos compuesto por cinco desertores en perpetua búsqueda de raves, a los que se unen un padre y su joven hijo en busca de una chica desaparecida.

“—Venga, papá, vamos tras ellos. —Nos están siguiendo. ¿Nos estáis siguiendo? No es buena idea, vais a romper el coche, las carreteras son muy peligrosas. —No tenemos otra opción.” Tras una intensa rave que termina siendo interrumpida por militares locales que decretan el estado de emergencia, Jade (Jade Oukid), Stef (Stefania Gadda), Josh (Joshua L. Henderson), Tonin (Tonin Janvier) y Bigui (Richard Bellamy) huyen con sus dos pequeñas furgonetas hacia otra fiesta, en el sur, cerca de Mauritania. Tras ellos va el coche de Luis (Sergi López), acompañado por Esteban (Bruno Núñez), su hijo de unos diez años. El hombre intenta desesperadamente encontrar a su hija mayor, Mar, desaparecida desde hace más de cinco meses. Así comienza un viaje demencial por zonas desérticas y montañosas completamente deshabitadas...

Bajo su épica, dramática y sumamente tangible apariencia, que se sumerge en la música de derviche moderno de Kangding Ray, Sirât ofrece un viaje místico y metafísico de vértigo, propulsado por psicotrópicos naturales. A través de la mirada de Luis y su hijo, una vez superados los primeros obstáculos, se revela otro mundo de senderos invisibles, lleno de peligros a medida que las emociones extremas se disparan hacia la oscuridad (bajo un sol implacable). A base de reciclar numerosos géneros (un toque de Mad Max, un guiño a Zabriskie Point y el ritual del tawaf en La Meca, entre otros), y en la línea sutil tejida en sus anteriores obras (Mimosas [+lee también:
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entrevista: Oliver Laxe
ficha de la película], Lo que arde [+lee también:
crítica
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entrevista: Oliver Laxe
ficha de la película]), Oliver Laxe capta toda la atención del espectador y logra crear con maestría una película experiencial inolvidable —pero en absoluto experimental— sobre el hombre y el mundo, lo colectivo y lo individual, el ser y la nada, la radicalidad y lo universal, lo íntimo y lo cósmico; una película que conviene atravesar sin pensar demasiado para disfrutarla en toda su (des)mesura.

Sirât ha sido producida por las españolas Los Desertores Films AIE, Filmes da Ermida, El Deseo (la productora de los hermanos Almodóvar) y Uri Films, así como por la francesa 4 A 4 Productions, y todo ello en coproducción con por Movistar Plus+. Las ventas internacionales de la película corren a cargo de The Match Factory.

(Traducción del francés)

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Oliver Laxe, Sergi Lopez, Bruno Nunez, Stefania Gadda, Richard Bellamy, Jade Oukid, Tonin Janvier
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