Crítica: Urchin
por Veronica Orciari
- CANNES 2025: Harris Dickinson debuta como director con un sorprendente retrato de la adicción que combina comedia ligera y profundidad emocional

Hay algo interesante en las películas con una premisa sencilla que, no obstante, logran transmitir profundidad y una construcción cuidadosa. También tienen algo especial las películas que, tras trazar un arco narrativo familiar, dan giros inesperados que desafían la percepción que se tiene de los protagonistas y las suposiciones sobre el rumbo de la historia. En momentos como estos, dar un paso atrás como espectador y dejar que la película se desarrolle a su propio ritmo puede revelar el valor de experimentar una historia sin necesidad de controlarla o predecirla. Urchin [+lee también:
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ficha de la película] es ambas cosas al mismo tiempo.
En el debut como director de largometrajes de Harris Dickinson, que ha sido proyectado en la sección Un Certain Regard de Cannes, Frank Dillane interpreta a Mike, un personaje impredecible cuyo pasado apenas se explora y cuyo futuro es igual de incierto, y todo ello mientras sufre altibajos y cambia su actitud ante la vida a medida que se desarrollan los acontecimientos. Al principio, lo vemos sin hogar, mendigando sin éxito por las calles del centro de Londres, hasta que un hombre decide ayudarlo y, acto seguido, le roba a los pocos minutos. A partir de ese momento, Mike hará todo lo posible por escapar del círculo de la drogadicción y el alcoholismo, tratando de trabajar y de relacionarse con los demás, pero el camino hacia la redención no será fácil de recorrer.
Con su aspecto desaliñado y desgreñado y su asombroso parecido con Johnny Depp de joven, el Mike de Dillane capta la atención del público desde el primer momento y la mantiene durante toda la película. En una escena, parece encarnar a Travis Bickle, de Taxi Driver, cuando se pone a dar puñetazos al aire y hablar con una figura imaginaria. Momentos como este sugieren un vínculo entre Mike y otros personajes icónicos o, en términos más generales, entre Urchin y otras películas similares. Algunas de sus secuencias más estilizadas (como el mundo subterráneo paralelo o el propio desenlace) evocan algunas de las escenas visualmente más atrevidas de otros éxitos británicos como Trainspotting y Under the Skin [+lee también:
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ficha de la película]. También es difícil no pensar en la obra de Ken Loach, aunque Urchin adopta sin duda un tono marcadamente más pop.
Todos los personajes secundarios giran en torno a Mike, un “sol” intoxicado que no puede mantener su atención en ninguno de ellos durante mucho tiempo, ni siquiera cuando el amor parece estar al alcance de la mano. Aunque toda la atención recae en Dillane —y con razón—, el propio Harris Dickinson aparece interpretando a Nathan, un personaje marginal que parece ser la única conexión con la vida de Mike antes de que comience el relato. De hecho, mientras se esfuerza por mantenerse en el buen camino, el protagonista opta por ignorar a Nathan cuando se topa accidentalmente con él, como si intentara mantener sus viejos hábitos a distancia.
Hay una combinación de elementos que hacen de Urchin una obra interesante y un debut increíblemente bien ejecutado. Dos de estos elementos son el excelente diseño de sonido y una banda sonora perfectamente seleccionada, que elevan lo visual y encajan a la perfección con el montaje. Pero la mayor fortaleza de la película es sin duda su negativa a emitir juicios. No presenta a su protagonista como alguien digno de compasión simplemente por sus luchas, ni lo condena abiertamente por sus actos dañinos. Por último, pero no por ello menos importante, el guion introduce varios momentos de comedia ligera que establecen un equilibrio eficaz entre el humor y el melodrama, que fácilmente podría haber dominado una historia de este tipo si no estuviera en manos tan capaces como las de Dickinson.
Urchin ha sido producida por las productoras británicas Somesuch, Devisio Pictures, BBC Films, el BFI y Tricky Knot. La distribución internacional de la película corre a cargo de Charades.
(Traducción del inglés)
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