Crítica: Love Me Tender
por Fabien Lemercier
- CANNES 2025: Vicky Krieps hace gala de todo su talento en una cinta conmovedora y edificante de Anna Cazenave Cambet sobre el combate de una madre contra una injusticia que la priva de su hijo

“Es algo muy común. Lo que es menos habitual es que suele ocurrir lo contrario, que son los padres los que se marchan, y para algunos esto puede considerarse más grave, imperdonable incluso”. Con Love Me Tender [+lee también:
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ficha de la película], que constituye una adaptación de la novela homónima de Constante Debré y ha sido presentada en la sección Un Certain Regard del 78.º Festival de Cannes, la directora francesa Anna Cazenave Cambet ha decidido sumergir su segundo largometraje (después de De l'or pour les chiens [+lee también:
tráiler
ficha de la película], que fue galardonado con el sello de la Semana de la Crítica de 2020) en el núcleo de la venganza afectiva de enorme bajeza y un engranaje legal violento a la que se ve sometida una madre en busca de libertad. Se trata de una historia detallada que se desarrolla a lo largo de varios años y demuestra una gran habilidad narrativa y un talento especial para captar las emociones de una mujer compleja, prácticamente disociada, que debe combinar estoicamente una nueva vida amorosa homosexual y su trabajo como escritora con una lucha defensiva implacable, y todo ello simplemente por ser lo que nunca ha dejado de ser: una madre.
“Pide la custodia exclusiva y la pérdida de mi patria potestad. Me acusa de incesto y pedofilia, directamente o a través de terceros”. Para Clémence (la excepcional Vicky Krieps, que carga sobre sus hombros todo el peso de la película), el shock es inmenso. Por fin entiende por qué su hijo Paul, de ocho años (Viggo Ferreira-Redier), se ha negado a verla durante varios meses y por qué su marido Laurent (Antoine Reinartz), de quien se separó tres años antes tras veinte años juntos, y con quien mantenía una relación cordial —incluida una custodia compartida del niño caracterizada por la ausencia total de problemas—, ha interrumpido repentinamente toda comunicación. ¿El punto de ruptura? Una cena en una terraza parisina en la que ella le revela que “se ha pasado a las chicas”. Así es como comienza un auténtico calvario emocionalmente demoledor para Clémence, porque “la ley es la ley, pero en los márgenes, todavía hay cosas que no cuadran”. Tendrá que esperar 18 meses desde el inicio del caso para que el informe del psiquiatra —al que el juez le encomienda la tarea de evaluar a cada una de las partes— establezca que “las relaciones homosexuales no pueden considerarse un signo de inestabilidad psicológica en la actualidad”. Mientras tanto, Clémence hace todo lo posible por vivir su vida como mujer, aunque solo puede ver a su hijo una hora cada quince días —si todo va bien—, en un lugar de encuentro previamente designado y en presencia de especialistas infantiles. Sin embargo, aún queda por afrontar una sentencia de apelación, por no hablar de la ira cobarde e insaciable de un hombre que emplea su papel de padre para manipular.
Love Me Tender, que gira en torno a una voz en off que recoge fragmentos del libro, retrata metódicamente todas las fases del calvario resiliente de una protagonista de múltiples aristas, logrando así un equilibrio notable entre intensos planos secuencia que penetran en los rostros de los personajes (cabe mencionar la labor de la directora de fotografía Kristy Baboul), numerosas y fluidas elipsis que abarcan toda la extensión de la trama, y una riqueza notable de escenarios y personajes secundarios. Esta combinación de cualidades hace que la película sea tan apasionante como cruelmente edificante.
Love Me Tender ha sido producida por Novoprod Cinéma en coproducción con France 2 Cinéma, y las ventas internacionales de la película corren a cargo de Be For Films.
(Traducción del francés)
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