CANNES 2025 Fuera de competición
Crítica: Vida privada
por Fabien Lemercier
- CANNES 2025: Rebecca Zlotowski se deja ir y firma una comedia rocambolesca, trepidante y de doble fondo con Jodie Foster de protagonista

"Tengo ganas de beber mucho en muy poco tiempo". Al igual que su protagonista, una psicoanalista con un control extremo que de repente se ve a sí misma en un estado de “transparencia psíquica”, con una sensibilidad a flor de piel activada por una necesidad compulsiva de comprender —en realidad, de comprenderse a sí misma— las cosas, Rebecca Zlotowski aprovecha, por medio de Vida privada [+lee también:
tráiler
ficha de la película] (presentada fuera de competición en el 78.º Festival de Cannes), el pretexto de una comedia desenfrenada para romper la coraza del intelecto. Sin embargo, una nunca se deshace del todo de sí misma, y bajo la superficie de esta diversión liberadora y jubilosa, la cineasta francesa teje, a medio camino de su estilo habitual, un trasfondo sutil y una narrativa cinematográfica que invita a ser descifrada.
"—Es usted una persona muy receptiva, es muy raro bajar las escaleras tan rápido. —No me creo nada". Lilian Steiner (Jodie Foster), a la que sus vecinos tachan de aguafiestas, tiene una férrea voluntad de explicarlo todo racionalmente, pero la psicoanalista se ve —aunque lo niegue— sacudida por la pérdida de dos pacientes de larga duración (uno la llama estafadora tras encontrar alivio en la medicina alternativa, y la otra —interpretada por Virginie Efira— se suicida, para inmensa sorpresa de su terapeuta). Impulsivamente, como si una cosa llevara a la otra, se somete a una sesión de hipnosis ericksoniana. ¿Falló en algo durante la terapia? ¿Se suicidó realmente su paciente o fue asesinada?
Atormentada por la culpa, Lilian, que graba todas sus sesiones, intenta aclarar las cosas e inicia una investigación improvisada, con el marido (Mathieu Amalric) y la hija (Luàna Bajrami) de la fallecida como principales sospechosos. Su paranoia aumenta cuando entran a robar en su consulta. En los alrededores también ronda su exmarido (Daniel Auteuil) y su hijo (Vincent Lacoste), que acaba de tener un bebé y no tiene una buena relación con la protagonista. Muy pronto, todo se mezcla en la cabeza y en la vida de Lilian. ¡Incluso las vidas pasadas entran en juego! Pero ella sigue avanzando e investigando en busca de la clave —o las claves— de los hechos...
Rebecca Zlotowski, que se sale con esta película del marco cinematográfico familiar y seguro en el que hasta ahora se había sabido mover con soltura, firma un largometraje muy divertido, impulsado por un ritmo sin respiro e interpretado por un reparto de primera línea. Pero bajo la diversión —a veces disparatada y delirante— de la trama, se perfila con habilidad el retrato de una mujer que navega entre sus neurosis, sus miedos más profundos y el inicio de una depresión, una mujer que ya no escucha a los demás ni a sí misma, pero que, al “liberar al dybbuk”, despertará.
Vida privada ha sido producida por Les Films Velvet y coproducida por France 3 Cinéma. Las ventas internacionales de la película corren a cargo de Goodfellas.
(Traducción del francés)
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