Crítica: The Love That Remains
por Jan Lumholdt
- CANNES 2025: El nuevo largometraje del director islandés Hlynur Pálmason demuestra que puede invitarte a su casa y luego quitarte la silla para que te caigas

The Love That Remains [+lee también:
tráiler
entrevista: Hlynur Pálmason
ficha de la película], que constituye la tercera participación en la Croisette del director islandés Hlynur Pálmason, ha sido presentada en la sección Cannes Première del 78.º Festival de Cannes. La propuesta de este año comienza pareciendo una historia tierna al estilo de Mike Leigh, pero solo al principio.
No tardamos mucho en conocer a la artista visual Anna (Saga Garðarsdóttir) y al pescador Magnús (Sverrir Gudnason, actor sueco de origen islandés, en su primer papel en islandés desde su infancia). Anna y “Maggi” tienen tres hijos: Ída, Grímur y Þorgils (interpretados por los propios hijos de Pálmason, Ída, Grímur y Þorgils). Aunque Anna y Maggi se han separado recientemente, pasan juntos todo el tiempo que pueden, dada la vida de Maggi en el mar y el hecho de que ya no son pareja. La historia les sigue a lo largo de un año y sus cuatro estaciones.
A medida que nos vamos familiarizando con esta familia —y nos encariñamos con ella—, nos enteramos de que Anna acaba de perder su estudio, un antiguo almacén portuario que ha sido demolido —se muestra en pantalla, y de forma visualmente llamativa— para dar paso a una construcción más funcional. Su medio artístico actual son grandes lienzos y enormes plantillas metálicas sobre las que crea patrones de tonos oxidados. El negocio va lento, y la visita de un galerista sueco (un hilarante y presuntuoso Anders Mossling) resulta infructuosa. Maggi es claramente quien sostiene económicamente a la familia, pero también apoya las aspiraciones creativas de Anna, al igual que lo hacen el resto de miembros de la familia. Los niños participan con entusiasmo en el proceso creativo, “decorando” un espantapájaros con aspecto de caballero —¿o un caballero con aspecto de espantapájaros?— que ha aparecido en el nuevo terreno de creación de Anna (literalmente un trozo de césped que le ha proporcionado su padre). Este “caballero” cobrará un papel más importante más adelante en la historia.
El ambiente cotidiano y de retratos íntimos de los personajes, con ecos del estilo de Mike Leigh, se establece con firmeza durante los primeros actos. Anna explora su nuevo “estudio”, Maggi trata de atrapar a un gallo problemático en el gallinero, hay salidas familiares para recoger frutos del bosque y hacer mermelada en la cocina, bromas, risas y, cómo no, una sucesión de paisajes islandeses impresionantes de los que dejan boquiabierto. También hay momentos sinceros que se adentran en el significado del título de la película. El motivo por el que Anna y Maggi ya no son pareja no se aborda directamente en ningún momento, ni sabemos si la ruptura es definitiva, aunque probablemente sí. Aun así, hay cosas que permanecen, entre ellas el amor, que se muestra en pantalla de forma delicada e intrigante.
Poco a poco, y a veces incluso de forma repentina, también aparecen elementos fantásticos: un gallo gigante que entra en el dormitorio de Maggi, un hombre con chaleco salvavidas flotando en el mar, ¿y no se estrelló el avión del galerista sueco en el agua poco antes? Y ese caballero —¿o caballera?—, ¿qué hace en la cocina? ¿Podría tener que ver con metáforas? ¿Con las obras de Anna? ¿Con sueños? Para entonces, cualquier rastro de Mike Leigh habrá ya desaparecido. Lo que sí está claro es que The Love That Remains es una película de Hlynur Pálmason, un director islandés con voz propia, que te invita a su casa y, en ocasiones, te da golpes totalmente inesperados. Pero nunca de forma dolorosa; al contrario, más bien con ternura.
The Love That Remains es una coproducción islandesa, danesa, sueca y francesa de la que se han encargado Still Vivid y Snowglobe, con la colaboración de HOBAB, Maneki Films, Film i Väst y ARTE France Cinéma. Las ventas internacionales de la película corren a cargo de New Europe Film Sales.
(Traducción del inglés)
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.