22/05/2025 - CANNES 2025: La ganadora del Oso de Oro Carla Simón firma otra historia personal de gran belleza, que cautiva con su aparente sencillez

Llúcia Garcia y Mitch en Romería

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ficha de la película] (2022), ganadora del Oso de Oro en la Berlinale (ambas ambientadas en Cataluña), llega una película aún más pequeña, que cautiva por su aparente sencillez. Romería gira en torno a Marina (Llúcia García), una joven de 18 años que, tras quedarse huérfana siendo muy pequeña, intenta reconstruir un pasado del que nunca formó parte. La película comienza con su llegada a la costa atlántica de Galicia, con el océano enmarcado a través de su cámara de vídeo: en esos zooms temblorosos, incluso la superficie del agua brilla con expectación.

A pesar de que la historia transcurre durante apenas cinco días (en julio de 2004), la búsqueda de Marina para ser reconocida legalmente como parte de la familia Piñeiro la lleva a enfrentarse a numerosos obstáculos y revelaciones. Dice que quiere estudiar cine y necesita una beca. Cuando su abuelo, a quien acaba de conocer, le ofrece un sobre lleno de dinero para cubrir sus gastos universitarios y así ahorrarse los trámites del registro civil, Marina no se enfada. Al contrario: reacciona con calma, aunque con cierta confusión, mientras intenta lidiar con los juegos de poder de una gran familia burguesa de desconocidos, donde la palabra de la matriarca es ley y nadie habla de los hijos imperfectos. Da la casualidad de que el padre de Marina, Alfonso, era uno de ellos antes de morir joven.

Mientras los títulos de crédito anuncian el número de días transcurridos en la costa noroeste española (concretamente, en Vigo), Romería presenta una suerte de diario visual; ese marco metanarrativo coincide con la propia narración de la película. Una voz femenina lee en voz alta breves pasajes extraídos del diario de la madre de Marina, fechado a partir de 1983: un cuaderno a medio usar que vemos en primer plano. Entre estos dos dispositivos narrativos, la atmósfera íntima de la película se intensifica con ritmos marcados por la elegante interpretación de García, como un alter ego o una versión semificcionalizada de la propia directora. Las páginas del diario utilizadas en la película son reales, al igual que la historia de una joven aspirante a cineasta que espera acercarse a los padres que nunca conoció.

Romería está guiada en igual medida por la mirada errante de la cámara, que representa la perspectiva de Marina como espectadora: observa desde una distancia segura, pero hace zoom (en sentido figurado y literal) para captarlo todo, tanto el calor familiar como los silencios cargados de tensión. Simón vuelve a colaborar con la directora de fotografía Hélène Louvart, y juntas crean el más fascinante de los mundos interiores, donde el velo entre la realidad y el cumplimiento de los deseos es casi inexistente. Sin embargo, el delicado toque de la directora española moldea cada secuencia y cada corte en un espacio casi mágico donde todo es posible. Como en toda peregrinación, la duda y la esperanza van de la mano, pero esta Romería brilla con tanta calidez que bien podría ser la vuelta a casa más emotiva del año.

Romería es una producción de Elastica Films (España), Ventall Cinema (Alemania) y Dos Soles Media (España). mk2 se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)

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Carla Simón, Mitch, Llucia Garcia, María Zamora, Tristán Ulloa
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