KARLOVY VARY 2025 Proyecciones especiales
Crítica: Promise, I’ll Be Fine
por Olivia Popp
- El primer largometraje de Katarína Gramatová es un relato de paso a la adultez repleto de duras verdades y ambientado en el corazón de la Eslovaquia rural

Promise, I'll Be Fine, la ópera prima de la guionista y directora Katarína Gramatová, se presentó como una proyección especial en el Festival de Karlovy Vary tras su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Tokio. La directora fue seleccionada como parte del programa Future Frames el año pasado (ver la entrevista). Tras su anterior cortometraje, la cineasta regresa al pueblo rural de Utekáč para ofrecernos una visión de la vida en el rural eslovaco.
La película está inspirada en la vida en los “Valles del Hambre” de Eslovaquia, en referencia a las altas tasas de desempleo y al nivel de pobreza de la región. El adolescente Eňo (Michal Záchenský) es enviado por su joven madre, Martina (Eva Mores), a vivir con su abuela (Jana Oľhová) en un pueblo rural, donde no tiene nada mejor que hacer que montar en moto y meterse en líos con sus amigos.
Martina le dice que debe aceptar un trabajo como cuidadora fuera del país para ganar algo de dinero, pero que lo visitará cuando pueda: un tiempo valioso que el adolescente anhela desesperadamente. Cuando se extiende el rumor de que podría no cumplir su palabra, y que tal vez está involucrada en algún tipo de estafa elaborada para asegurarse una nueva vida para ella misma, Eňo está decidido a descubrir la verdad, aunque suponga una tragedia para él.
Mediante una serie de decisiones estilísticas opuestas (el aburrimiento rural y las travesuras adolescentes, el entorno tranquilo y la música animada de 700 Feel), Gramatová establece con gran pericia una dinámica familiar abrasiva desde el principio. Tras ser informada de que su hijo se ha saltado más de 20 horas de clase, la única respuesta de Martina es: “Oh, no”, acompañada de una risita desdeñosa. Para interpretar a Eňo y sus amigos, la directora también recurrió a un grupo de jóvenes actores no profesionales de la zona.
El director de fotografía Tomáš Kotas retrata el pueblo captando la dicotomía entre la inquietud adolescente de Eňo y la naturaleza estática del entorno rural, que intensifica la sensación de abandono del protagonista. Las dos líneas argumentales principales (la vida cotidiana de Eňo y su búsqueda para descubrir qué está tramando realmente su madre) parecen un poco desconectadas entre sí, ya que la primera es muy estática y la segunda está mucho más impulsada por la narrativa. El apartado visual de la película es un deleite para la vista, aunque las narrativas entrelazadas se habrían beneficiado de una mayor coherencia.
Promise, I’ll Be Fine es una coproducción checo-eslovaca, producida por Dryeye Film y Nochi Film. Sus ventas internacionales corren a cargo de Cappu Films Limited, con sede en Hong Kong.
(Traducción del inglés)
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