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VENECIA 2025 Semana Internacionale de la Crítica

Crítica: Roqia

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- VENECIA 2025: Bajo la apariencia de una película de género oscuro sobre posesión y exorcismo, Yanis Koussim crea una alegoría sobre los peligros intemporales del fundamentalismo

Crítica: Roqia
Hanaa Mansour y Akram Djeghim en Roqia

“El Profeta dijo: Satanás circula entre los hombres como la sangre por las venas, por eso temo que siembre el mal en los corazones”. Con este hadiz en primer plano en Roqia [+lee también:
entrevista: Yanis Koussim
ficha de la película
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, presentada en la Semana Internacional de la Crítica de la 82.ª Mostra de Venecia, Yanis Koussim establece claramente el tono muy oscuro de su primer largometraje, que nos sumerge de inmediato en una oscuridad profunda y caótica salpicada de gritos (“ya vienen”) en la Argelia de principios de los años 90. A base de tomar prestados los códigos de las películas de terror y los caminos de las parábolas místicas, el cineasta revisita este período histórico de guerra civil, descrito por los especialistas como la “década negra”, y lo vincula a nuestra propia época porque, como todos sabemos, el mal siempre acecha.

“¿Qué está pasando?”. La pregunta se repite como un leitmotiv (resonando deliberadamente en la mente del espectador, sumergido en una historia construida de forma enigmática) en las conversaciones de una gran ciudad argelina que actualmente sufre una oleada de asesinatos salvajes y sin sentido. La trama, que está rodada en planos cerrados que siguen a Slimane (Akram Djeghim), discípulo de un jeque exorcista (Mostefa Djadjam) que resulta tener alzhéimer, juega con un tono de miedo, duda y paranoia (“—¿Y si vuelven? —Haremos lo que tengamos que hacer”) alimentado por inquietantes cánticos procedentes de otro lugar, susurrados en un idioma extranjero.

¿Son los dos protagonistas (secundados por Waffa, una joven interpretada por Hanaa Mansour) unos charlatanes? ¿Unos fanáticos quizás? ¿Qué parte de fantasía, de fe y de realidad hay en su febril y tensa ansiedad? Para averiguarlo, nos remontamos al origen, ya que la trama nos transporta a la reaparición de Ahmed (Ali Namous) en 1992, que desapareció misteriosamente tras un accidente de coche y regresa con el rostro cubierto de vendajes —como una momia— y una amnesia total que tanto su esposa Selma (Lydia Hanni) como la policía tratan de disipar. ¿Quién es? ¿Quién era? ¿Por qué le han cortado los dedos? ¿Qué son esas voces que invaden su cabeza?

Al jugar con los ingredientes clásicos del cine de terror (sombras, siluetas, contaminación, sacrificios, apariciones repentinas y fugaces, individuos poseídos con sonrisas malvadas, sesiones de exorcismo, el Corán leído al revés, profanadores, sangre, cánticos aterradores e imperiosos que surgen de la nada, etc.), Roqia crea una atmósfera oscura propicia para las alucinaciones visuales y auditivas. Se recrea una atmósfera de confusión mental y física con un minimalismo eficaz —probablemente también vinculado a un presupuesto limitado— para desvelar, poco a poco, el verdadero tema de una película que pretende arrojar luz sobre los vampiros del fundamentalismo —con sus antiguos combatientes yihadistas que pasaron por Afganistán durante el conflicto contra los rusos—, que deben ser recordados a toda costa para evitar su regreso.

Roqia ha sido producida por la francesa Supernova Films y coproducida por la argelina 19, Mulholland Drive. Las ventas internacionales de la película corren a cargo de Alpha Violet.

(Traducción del francés)


Galería de fotos 01/09/2025: Venice 2025 - Roqia

33 fotos disponibles. Desliza hacia la izquierda o la derecha para verlas todas.

Yanis Koussim, Ali Namous, Akram Djeghim, Mostefa Djadjam, Hanaa Mansour, Lydia Hanni
© 2025 Fabrizio de Gennaro for Cineuropa - fadege.it, @fadege.it

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