Crítica: Il rapimento di Arabella
por Olivia Popp
- VENECIA 2025: El segundo largometraje de Carolina Cavalli utiliza un tono de comedia dramática excéntrica para reflexionar sobre una nueva generación decepcionada con sus vidas

Arabella, de ocho años, solo quiere ir al Taco King. Interpretada por la bulliciosa debutante Lucrezia Guglielmino, Arabella es como la mayoría de los niños de primaria: busca la atención de su padre, Oreste (Chris Pine, en su primer papel en italiano), amante de la literatura y ligeramente egocéntrico, y una buena comida grasienta. Así, la astuta niña encuentra una manera de escaparse, lo que desencadena el acontecimiento que da título a la segunda película de la guionista y directora milanesa Carolina Cavalli, Il rapimento di Arabella [+lee también:
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entrevista: Carolina Cavalli
ficha de la película], proyectada en la sección Orizzonti de Venecia. Es la segunda vez que Cavalli presenta un trabajo en el Lido, tras haber estrenado su ópera prima, Amanda [+lee también:
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entrevista: Benedetta Porcaroli
ficha de la película] (2022), en la sección Orizzonti Extra. Cavalli también coescribió Fremont con Babak Jalali (que firma el montaje de su última película).
Tras ser despedida recientemente de su trabajo sin futuro en una pista de hielo, Holly (Benedetta Porcaroli, en su segunda colaboración con Cavalli), una joven desencantada de 28 años, ve a Arabella en el aparcamiento del Taco King. En ese momento, se convence de que ha encontrado una brecha dimensional (debido a su formación en física) y que acaba de encontrarse con su yo más joven. Sin embargo, la niña de ocho años ve una oportunidad para aprovecharse de la ingenuidad de Holly, convenciéndola de que tiene razón para que la lleve con ella.
Todos estos elementos forman un conjunto que parece prometer una historia de autodescubrimiento, que invita a cuidar al niño que llevamos dentro y a preservar su espíritu de aventura, todo ello con una pizca de ironía dramática. No obstante, la relación entre ambas nunca llega a cuajar de un modo que genere cercanía con el espectador, mientras que los personajes secundarios, como Maccarico (Marco Bonadei), un oficial de policía por el que Holly muestra cierto interés, y Granatina (Eva Robin's), una antigua bailarina vinculada a la madre de Holly, se presentan sin sostener la tensión emocional necesaria.
La dirección de fotografía de Lorenzo Levrini remite a un drama más tradicional, alternando entre un tono sombrío en las escenas nocturnas y las imágenes más luminosas y alegres que aparecen en el póster y en el material promocional. Al mismo tiempo, los elementos extravagantes de la película apuntan claramente hacia algo más grande: Arabella grita contra la obsesión celosa de su padre con el autor estadounidense Jonathan Franzen, por ejemplo, mientras que Holly se presenta con el vergonzoso apodo de “Britney the Pooh” en la recepción de un hotel. Sin embargo, estos nunca terminan de tomar forma, tambaleándose en el umbral del drama, mientras que los elementos cómicos resultan demasiado superficiales para tener impacto.
Al final, la voz en off de la película deja claro que estos 100 minutos de metraje pretenden ser una reflexión sobre nuestro deseo de evadirnos y reescribir el pasado. En ese momento, cuando la narración guía al espectador y le dice qué pensar, Il rapimento di Arabella comienza a cobrar sentido. Sin ello, resulta difícil aferrarse al recorrido de los personajes a lo largo de la historia, a pesar de las grandes intenciones de Cavalli.
Il rapimento di Arabella es una producción de las italianas Elsinore Film, The Apartment (parte del grupo Fremantle) y Piper Film, en colaboración con Tenderstories. Charades se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del inglés)
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