Crítica: L’Étranger
por Fabien Lemercier
- VENECIA 2025: François Ozon se acerca a la perfección con una adaptación sublime, cautivadora, depurada, fiel y aún así muy personal de la mítica novela de Albert Camus

“Fue entonces cuando todo empezó a tambalearse (...) Me di cuenta de que había destruido el equilibrio del día, el silencio excepcional de una playa en la que había sido feliz”. Al decidir llevar a la gran pantalla una obra maestra de la literatura mundial tan singular y de culto como El extranjero, de Albert Camus (publicada en 1942 y ahora símbolo del existencialismo), François Ozon asumió un gran reto cinematográfico —que Luchino Visconti ya había intentado, con resultados dispares, en 1967—, ya que la opaca interioridad del personaje de Meursault, su narrativa en primera persona y la captura precisa de la atmósfera de Argel en la década de 1930 parecían obstáculos casi insuperables para crear una transformación que atrajera al público contemporáneo.
Pero el sutil arte de adaptación del cineasta, su dirección minuciosamente elaborada en un blanco y negro deslumbrante y puro, y un reparto perfecto (encabezado por el cautivador Benjamin Voisin) disipan todas las dudas y posibles escollos, convirtiendo así L’Étranger [+lee también:
tráiler
entrevista: François Ozon
ficha de la película], que ha sido presentada en la competición oficial de la 82.ª Mostra de Venecia, en una obra maestra y trascendental.
—“¿No quieres ver a tu madre por última vez? —No. —¿Por qué no? —Porque no tiene sentido”. La trama es bien conocida: Meursault, un joven de treinta y tantos años, se entera de la muerte de su madre, asiste a su funeral sin mostrar la más mínima emoción y, al día siguiente, comienza una aventura con Marie (Rebecca Marder) y se deja arrastrar por la órbita de su vecino, el proxeneta Raymond (Pierre Lottin), hasta que comete un asesinato y mata a un árabe en un gesto de motivaciones casi inexplicables. Se trata de un drama que resuena con una personalidad que parece completamente indiferente a todo, un espectador de su propia existencia llevado al extremo (“todas las vidas son iguales”, “no me importa”, “no lo sé”, “me aburro un poco”, “no quiero la ayuda de nadie”, “todos somos culpables y todos estamos condenados”), que se niega tanto a mentir como a engañarse a sí mismo. Pero ¿es esto una fachada? ¿Qué esconde Meursault? Puede que la prisión y el juicio nos den alguna que otra pista para responder a esta pregunta...
La película, construida en dos partes (precedida por un ingenioso prólogo con imágenes de archivo que recontextualizan Argel durante la época colonial), se desarrolla en una atmósfera fascinante y muy ascética que gira siempre en torno a Meursault —que se observa a sí mismo y observa el mundo que lo rodea—, casi “melvilliana” en su moderación y en la precisión de sus gestos, miradas y movimientos. Se trata de un boceto mecánico y cautivador en su secuencia de acontecimientos, que sin embargo resulta hipersensible y sensual (los baños de Argel, el mar, la percepción física del sol). En definitiva, el largometraje constituye un cóctel paradójico de frialdad y calidez, alimentado por detalles sugerentes que arrojan luz sobre el lugar que los occidentales quieren que ocupen los árabes (el cine Majestic “prohibido a los nativos”, el abogado que destaca que Meursault no sería “ni el primero ni el último en matar a un árabe”, etc.), lo cual ha sido adaptado por el director con gran sutileza (“todo es verdad y mentira al mismo tiempo”), de modo que se refleja el corazón apasionante y enigmático de la novela —hasta su inquietante clímax metafísico— y, al mismo tiempo, se adapta al pensamiento de nuestra época.
L’Étranger es una auténtica joya en todos los sentidos (desde la fotografía de Manu Dacosse hasta la música de Fatima Al Qadiri), sin duda el largometraje más logrado a nivel artístico de la prolífica carrera de François Ozon, y su combinación de excelencia cinematográfica y patrimonio literario mundial esencial lo convierte en un candidato natural y evidente a los más altos galardones.
L’Étranger ha sido producida por Gaumont (también gestiona las ventas internacionales) y FOZ (la productora del cineasta), y coproducido por France 2 Cinéma, Macassar Productions y la belga Scope Pictures.
(Traducción del francés)
Galería de fotos 02/09/2025: Venice 2025 - The Stranger
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© 2025 Fabrizio de Gennaro for Cineuropa - fadege.it, @fadege.it
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