email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

VENECIA 2025 Fuera de competición

Crítica: Nuestra tierra

por 

- VENECIA 2025: Lucrecia Martel vuelve con un documental complejo y apasionado alrededor del juicio sobre el asesinato de un activista indígena en el noroeste de Argentina

Crítica: Nuestra tierra

Las películas de Lucrecia Martel suelen girar en torno a un conflicto dramático y existencial concreto: el sentimiento de culpa de una mujer burguesa de mediana edad que puede haber cometido homicidio involuntario en La mujer sin cabeza [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película
]
, y el deseo de un magistrado colonial del siglo XVIII que espera ansiosamente un traslado en Zama [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Lucrecia Martel
ficha de la película
]
. En Nuestra tierra [+lee también:
entrevista: Lucrecia Martel
ficha de la película
]
, el primer largometraje documental de la gran cineasta argentina, podemos sentir cómo tamiza una gran cantidad de material en busca de un hilo conductor coherente y, aunque no lo logra del todo, ofrece tanto una muestra clara de cómo Argentina ha tratado a su población indígena como un homenaje a su resistencia. La película se estrenó fuera de competición en Venecia.

Martel había comenzado a trabajar en esta película incluso antes de rodar Zama (estrenada en 2017), tras descubrir imágenes gráficas grabadas con un teléfono móvil del asesinato del líder de la comunidad indígena Javier Chocobar, ocurrido en 2009 en un valle de la provincia noroccidental de Tucumán. Como el juicio por asesinato de los tres sospechosos no comenzó hasta 2018, la cineasta pudo documentar el proceso con el apoyo y la participación de la comunidad de Chuschagasta, a la que pertenecía Chocobar, convirtiéndose en testigo cinematográfica del último capítulo de su lucha.

Martel y su coguionista María Alché subrayan este incidente particular como un momento simbólico de violencia, representativo del desplazamiento de los Chuschas a lo largo de varias generaciones, pero también como una oportunidad para que la más alta autoridad legal reconozca finalmente estas injusticias. Los tres acusados fueron el terrateniente Dario Luis Amín y los agentes de policía Luis Humberto Gómez y Eduardo José Valdivieso, que aparentemente habían sido enviados para garantizar la seguridad de la zona. En realidad, estaban realizando un viaje de reconocimiento para identificar terrenos con potencial minero. Cuando se enfrentaron al grupo de Chocobar, el encuentro derivó en un tiroteo, en el que murió el líder activista y dos de sus compañeros resultaron heridos.

En la sala del tribunal, extrañamente reducida y anticuada, los acusados y sus abogados defensores presentan de manera poco convincente sus pruebas y excusas, mientras que los Chuschas presentes (entre ellos la viuda de Chocobar, Antonia, y su hijo Gabriel) observan todo con solemnidad. Finalmente, Martel vuelve a la conclusión ambigua, y todavía sin resolver, del juicio, pero utiliza las pruebas presentadas en la declaración como un nuevo hilo narrativo para profundizar en la vida de esta comunidad, sus experiencias familiares y laborales en Tucumán y en las zonas urbanas del sur. A las fuentes primarias, compuestas por varias capas de fotografías, se suman los vídeos grabados con teléfonos móviles a finales de los años 2000, que muestran las secuelas del tiroteo, así como las reconstrucciones en el lugar de los hechos para el juicio años después y el metraje actual de Martel realizado con dron. De esta forma, asistimos a un tapiz en constante cambio que representa la vida de una comunidad autosuficiente en medio de un sistema legal y político que intenta borrarla. Si bien la propia Martel es una forastera (con su trasfondo de ascendencia colonial europea), gracias a su rico lenguaje cinematográfico, que retrata los acontecimientos al tiempo que ofrece comentarios autorreflexivos y sugerentes, la cineasta justifica con creces su condición de aliada.

Nuestra tierra es una coproducción entre Argentina, Estados Unidos, México, Francia, Dinamarca y los Países Bajos, producida por Rei Pictures, Louverture Films, Piano, Pio & Co, Snowglobe y Lemming Film. The Match Factory se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy