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VENECIA 2025 Semana Internacional de la Crítica

Crítica: Cotton Queen

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- VENECIA 2025: A pesar de su título, el impresionante debut de Suzannah Mirghani sobre una chica sudanesa que piensa sobre su futuro en una plantación, no es nada suavito

Crítica: Cotton Queen
Rabha Mohamed Mahmoud y Mihad Murtada en Cotton Queen

A pesar de la guerra civil que asola el país desde 2023, la revolución popular en Sudán, que derrocó al régimen militar autoritario cuatro años antes, trajo cierta liberalización tardía. En este contexto, la “expresión creativa” y el cine pueden finalmente tener una voz, y las historias del país empiezan a abrirse paso a nivel internacional, como demuestra el éxito de Goodbye Julia [+lee también:
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, el drama de Mohamed Kordofani seleccionado en Cannes, que posteriormente fue ampliamente aclamado en otros festivales y tras su estreno en salas. Cotton Queen [+lee también:
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, de Suzannah Mirghani, se presenta como el primer largometraje de ficción dirigido por una mujer sudanesa, y debería contribuir a elevar aún más el perfil internacional del cine de su país, duramente golpeado. La cinta tuvo su estreno en la competición de la Semana Internacional de la Crítica de Venecia.

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Cotton Queen es indudablemente una película modesta, que ofrece pocas sorpresas o novedades para los públicos más experimentados de los festivales o para quienes están bien versados en el cine africano poscolonial. Sin embargo, destaca como un estudio de personajes tenso que encapsula la situación actual de Sudán y su patrimonio profundamente arraigado. Seguimos a la protagonista, la adolescente Nafisa (Mihad Murtada), que trabaja recogiendo algodón junto a un grupo de chicas de su edad, y nos sentimos gradualmente absorbidos por su situación, su creciente sentido de empoderamiento y su valor para ampliar sus limitados horizontes personales. Mirghani, que también escribió el guion, convierte a Nafisa en una mujer arquetípica de su país, una suerte de ancla empática para la historia.

Nafisa también ocupa el punto más joven del espectro dentro de una comunidad dominada por mujeres, organizada como un auténtico matriarcado. Su formidable abuela Al-Sit (la carismática Rabha Mohamed Mahmoud, una actriz no profesional, como todo el reparto, aunque no lo parece) ha dirigido la plantación de algodón del pueblo desde que Sudán logró la liberación de los británicos. La mujer no tolera a los necios y muestra una perspicacia empresarial despiadada, pero cuida bien de sus trabajadoras y siente orgullo por el preciado material que cosecha y por los hermosos tejidos que surgirán de él. La antigua mansión del anterior comerciante británico aún se alza imponente sobre el campo de algodón, con su mobiliario perfectamente conservado y cubierto de polvo, añadiendo un toque gótico y atmosférico que recuerda a la Guerra Civil estadounidense y al inestable legado que se crea cuando a los súbditos coloniales se les devuelve su poder.

No obstante, este modo de vida puro no es inmune a los cambios provocados por el voraz negocio agrícola, como veremos cuando Nadir (Hassan Kassala), un atractivo forastero, llega al pueblo. Se trata de un empresario treintañero que vende “semillas mágicas” modificadas genéticamente. Nadir representa una perspectiva matrimonial tan sospechosa como apetecible para Nafisa, y también pretende añadir al pueblo a su cartera de propiedades, lo que supone una amenaza para la autonomía por la que luchó Al-Sit, ahora resurgida bajo una nueva forma. Nafisa experimenta con la escritura poética y, como es evidente, se rebela ante la amenaza de la mutilación genital femenina al casarse (una práctica que sigue prevaleciendo en estas comunidades a pesar de su reciente prohibición), afirmando todo el inconformismo que es capaz de expresar.

Con una gama de colores cuidadosamente trabajada, compuesta por ocres, blancos y azules cristalinos, correspondientes a la tierra, las hileras de algodón en primer plano y el cielo, Mirghani crea una unidad ordenada entre el personaje, el entorno y el tema, empujándonos hacia una conclusión clara. No hay ni un hilo de algodón fuera de lugar.

Cotton Queen es una coproducción entre Alemania, Francia, Palestina, Egipto, Catar, Arabia Saudí y Sudán, producida por Strange Bird, Maneki Films y Philistine Films. Entre los demás coproductores encontramos a ZDF/Das Kleine Fernsehspiel, Film Clinic, Mad Solutions, JIPPIE Film y el Red Sea Fund. Las ventas internacionales son gestionadas conjuntamente por Totem Films y StudioCanal.

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(Traducción del inglés)


Galería de fotos 03/09/2025: Venice 2025 - Cotton Queen

6 fotos disponibles. Desliza hacia la izquierda o la derecha para verlas todas.

Suzannah Mirghani
© 2025 Isabeau de Gennaro for Cineuropa @iisadege

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