Crítica: Elisa
por Camillo De Marco
- VENECIA 2025: Inspirándose libremente en un caso real analizado en un ensayo de criminología, Leonardo Di Costanzo da voz a la autora de un feroz crimen familiar

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ficha de la película], la nueva película de Leonardo Di Costanzo, que ha sido presentada en la competición oficial de la Mostra de Venecia, supone para el cineasta italiano un nuevo rumbo con respecto a su anterior largometraje, Ariaferma [+lee también:
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ficha de la película], descrito por el propio director como “una película sobre lo absurdo de la prisión”. Ariaferma terminaba con un encuentro entre el preso y el funcionario de prisiones (Silvio Orlando y Toni Servillo) en el que hablaban de su pasado y su infancia en el mismo barrio de Nápoles. Elisa nos traslada a la ficticia prisión femenina de Moncaldo, en Suiza, y a su departamento de criminología, donde el profesor Alaoui (Roschdy Zem) preside una conferencia sobre la llamada “justicia reparadora” para estudiantes y presos. Entre estos últimos se encuentra Elisa (Barbara Ronchi), una mujer de 35 años que lleva diez en prisión, condenada por haber matado a su hermana mayor y quemado su cuerpo, y todo ello sin motivo aparente.
Alaoui tiene la intención de llevar a cabo su estudio —que incluye una serie de encuentros con las reclusas— en esta prisión modelo con apariencia de un hotel de lujo en los Alpes nevados, donde las presas viven en pequeñas cabañas de madera dispersas por el bosque y pueden moverse libremente dentro de los límites del recinto. Le fascina especialmente el caso de Elisa, que, a pesar de que rechaza la oportunidad de trabajar fuera y alejarse un poco de la prisión, accede a reunirse con él. Ella siempre ha afirmado que no recuerda lo que pasó, ni siquiera después del juicio y de los años que pasó en un hospital psiquiátrico. Alaoui la invita a recordar lo sucedido “con una nueva percepción”. La mujer le habla de una madre “que no la quería” y de un padre que les encargó a ella y a su hermano Franck la gestión del enorme aserradero familiar cuando ella solo tenía veinte años. Elisa se describe a sí misma como “invisible”, alguien que siempre ha hecho todo lo posible por hacer felices a los que la rodeaban, permitiendo que otros tomaran decisiones por ella. Cuando el aserradero quebró, toda la familia la culpó a ella, y su hermana Katia, a quien Elisa ve como la versión de sí misma que no “fracasó”, se convirtió en víctima de un acto torpe pero cruel.
Di Costanzo, al que siempre le ha atraído la temática social, se inspira libremente en un caso real, que fue analizado en el ensayo Io volevo ucciderla, de los criminólogos Adolfo Ceretti y Lorenzo Natali. Según Ceretti, la justicia reparadora transforma radicalmente el concepto de justicia, de modo que la pregunta clave pasa de ser “¿quién merece ser castigado?” a “¿cómo podemos reparar el daño?”. La reparación es un proceso profundamente ético, precedido por un proceso de mediación que busca rehabilitar las relaciones y el sentido de la dignidad entre los autores y las víctimas. La película presenta brevemente el personaje de una madre (Valeria Golino), que se acerca al profesor en busca de una respuesta a lo absurdo del asesinato de su hijo, víctima casual de una paliza a manos de sus compañeros. La respuesta de Alaoui es que necesitamos “comprender las razones del mal para no quedarnos atrapados en la ira, sin por ello renunciar al dolor”. Gracias a Alaoui y a sus “entrevistas reparadoras”, que dan voz a los autores de actos violentos, Elisa revive momentos de su feroz crimen y reconstruye sus recuerdos a través de un diálogo sin juicios, para finalmente aceptar la responsabilidad de su crimen y emprender un viaje de cambio interior.
Es en la atmósfera invernal de este escenario alpino perfectamente captado por el director de fotografía Luca Bigazzi donde Di Costanzo pone el foco en esta mujer fría y manipuladora —pero profundamente atormentada—, y lo hace por medio de un estilo de observación documental, mientras que a nosotros, como espectadores, nos corresponde elegir entre rechazar a este “monstruo” capaz de cometer un acto tan extremo o favorecer un enfoque que valore la escucha empática y devuelva el sentido de la humanidad a la autora de este crimen.
Elisa ha sido producida por la italiana tempesta con Rai Cinema, en coproducción con la suiza Amka Films. Las ventas internacionales de la película corren a cargo de RAI Cinema International Distribution.
(Traducción del italiano)
Galería de fotos 04/09/2025: Venice 2025 - Elisa
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