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VENECIA 2025 Fuera de competición

Crítica: Kabul, Between Prayers

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- VENECIA 2025: El segundo largometraje documental de Aboozar Amini adopta un tono amable para explorar las vidas de dos hermanos a las que da forma el Kabul bajo el régimen talibán

Crítica: Kabul, Between Prayers

Aboozar Amini sitúa su nueva obra, continuación de Kabul, City in the Wind [+lee también:
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, en la misma ciudad que su documental de 2018. Kabul, Between Prayers [+lee también:
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se ha estrenado a nivel mundial en la Mostra de Venecia, fuera de competición. El director de origen neerlandés y afgano y ascendencia hazara —una minoría étnica perseguida en Afganistán que Najiba Noori exploró también en Writing Hawa [+lee también:
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— crea un documental de extraordinaria intimidad que opta deliberadamente por no intervenir en el contexto político, y todo ello sin, por supuesto, suprimir su omnipresencia. La película nos transporta directamente a las vidas entrelazadas de Samim, de 23 años —un hombre con problemas en su matrimonio que intenta estar a la altura del ideal de un varón fuerte, devoto de los talibanes y de su régimen islamista— y su hermano menor, Rafi, de 14, que admira a Samim y quiere formarse siguiendo el ejemplo de su hermano mayor.

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A diferencia de otros documentales que enseguida adoptan un tono de acusación hacia el contexto social y político —que aquí permanece implícito, pero nunca de forma áspera o invasiva—, Amini opta por un enfoque delicado y personal, basado en una observación intencionada. No capta la banalidad del mal, sino lo que podríamos llamar la banalidad de la fe: cómo Samim y Rafi —y, por extensión, nosotros mismos— somos moldeados por los entornos sociales en los que vivimos y por las emociones que se nos inculcan. De este modo, Amini cuestiona indirectamente qué entendemos por “ideología” y por qué el término suele emplearse solo en determinados contextos negativos o exotizantes.

Al alternar entre los juegos de Rafi en el patio de la escuela —que reflejan su naturaleza infantil sin caer en la infantilización— y la firme determinación de Samim de seguir los preceptos fundamentalistas de los talibanes, el largometraje muestra con claridad cómo ambos elementos coexisten en la vida de los hermanos. En algunas escenas, gracias también al trabajo del director de fotografía Ali Agha Oktay Khan, queda patente la formación artística y visual de Amini, ya que ciertos momentos poseen la sensibilidad de un retrato audiovisual. Por ejemplo, una de las escenas muestra el vídeo de un hombre preparándose para una misión suicida con música con autotune de fondo, lo cual constituye algo muy familiar en su encuadre y, al mismo tiempo, enormemente distante en su contenido.

Una de las secuencias más hermosas muestra al director haciendo a Rafi, desde detrás de la cámara, una serie de preguntas cotidianas. En esta conversación, el adolescente recita su pasaje favorito del Corán y se le pregunta si sabe lo que significa, a lo que responde que no. De hecho, dice que no entiende nada del Corán, pero que le gusta ese fragmento por su rima; su sonrisa tímida se desvanece rápidamente, pero, divertido, saca un poco la lengua. Ese instante de vacilación se transforma en un tipo distinto de vergüenza risueña, que se abre en una amplia sonrisa, y acaba estallando en carcajadas cuando le preguntan si está enamorado (en efecto, de una chica llamada Nassima).

Amini hace valer al máximo el principio de “mostrar, no contar”, y lo cierto es que logra resultados profundamente conmovedores. El contraste entre los dos momentos mencionados resume la fuerza de su enfoque, que consiste en dejar que los sujetos se revelen tanto a través del contenido como del contexto: la inocencia contenida del joven Rafi brilla en el entorno que le ha moldeado, sin que el peso recaiga nunca sobre él. Más tarde, con el mismo dispositivo de rodaje y en el mismo lugar, la conversación continúa y Rafi dice: “El honor es para los hombres, no para las mujeres”, de nuevo con una risa titubeante, como anticipando un “te he pillado”. El modo en que cambia su expresión nos dice todo lo que necesitamos saber sobre el origen de ese discurso, y ahora ya sabe lo que significa ese pasaje del Corán.

Kabul, Between Prayers ha sido producida por Silk Road Film Salon (Países Bajos) y Clin d’oeil Films (Bélgica). Las ventas internacionales de la película corren a cargo de Mediawan Rights.

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(Traducción del inglés)

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