Crítica: Our Father
- Un recién llegado a un centro de desintoxicación gestionado por la Iglesia debe también aprender a adaptarse a una pequeña comunidad en el primer largometraje de Goran Stanković

En 2009 estalló una gran polémica en Serbia. Tras la difusión de varios vídeos en los que se veía cómo se golpeaba a drogadictos en recuperación en un centro de rehabilitación gestionado por la Iglesia, salieron a la luz los métodos heterodoxos del sacerdote ortodoxo Branislav Peranović. El centro en cuestión, situado en los terrenos del monasterio de Crna Reka, fue cerrado, pero Peranović continuó su labor fundando otra clínica de desintoxicación en otro monasterio. No fue hasta que uno de sus pacientes murió en 2012 a causa de una brutal paliza propinada por él mismo que el sacerdote fue arrestado y expulsado del sacerdocio. Finalmente, esta primavera ha sido condenado a 20 años de prisión, aunque la sentencia aún no es firme.
Tras labrarse una reputación con varios cortometrajes, un documental y algunas series de televisión destacadas, como Morning Changes Everything (2018) y Operación Sabre (2024), el cineasta serbio Goran Stanković ha debutado en el largometraje de ficción con Our Father [+lee también:
tráiler
ficha de la película], basada en los testimonios de los reclusos de Crna Reka. La película se ha estrenado en la sección Discovery de la 50.ª edición del Festival de Toronto.
La historia se narra desde la perspectiva de Dejan (Vučić Perović, de Mother Mara [+lee también:
crítica
ficha de la película]), un recién llegado en proceso de rehabilitación. Un interno más veterano, apodado Mionica (el gran actor croata Goran Marković), asume el papel de su mentor, y Dejan va aprendiendo poco a poco las reglas del centro. Su misión consiste en seguir el camino marcado por el padre Branko (Boris Isaković), un hombre seguro de sí mismo, hipócrita y a menudo violento, así como mantenerse alejado de sus dos agresivos “ayudantes”, Sava (Petar Novaković) y Ratko (Nenad Heraković).
Dejan empieza a creer en Dios y en las enseñanzas del padre Branko, y pronto asciende en la jerarquía de la pequeña comunidad. Pero cuando aparece en los medios un vídeo en el que se le ve recibiendo una paliza por una falta cometida tiempo atrás, se ve obligado a defender un sistema controvertido que a la vez le daña y le ayuda. Con el caso bajo el escrutinio público, la cuestión no es si la situación se descontrolará, sino cuánto tiempo pasará antes de que alguien resulte mortalmente herido a causa de ese poder y esa violencia desmedidos.
La fotografía de Dragan Vildović, que también filmó In the Dark (2014), un documental del propio Stanković, retrata el diseño de producción espartano de Zorana Petrov en tonos oscuros y turbios que encajan perfectamente con el tema. Por su parte, el montaje de Marko Ferković refuerza la estructura clara en tres actos y mantiene el relato fluido y fácil de seguir, con un ritmo perfectamente equilibrado para sus 90 minutos de duración. Los intérpretes tampoco se quedan atrás, con un Boris Isaković que encarna al villano con matices, un Vučić Perović que combina la naturalidad del “hombre común” con el carisma de una estrella, y un Goran Marković que vuelve a demostrar su capacidad para ahondar en la emoción y sostener el peso dramático de la película.
Our Father es una obra con una densidad y una tensión que se palpan en el ambiente gracias al guion de Stanković y sus colaboradores Ognjen Sviličić, Dejan Prćić y Maja Pelević, que va más allá de la denuncia de un caso concreto y se adentra en el terreno de las cuestiones psicológicas universales. La precisa dirección de Stanković contribuye también a ello de una forma decisiva: su sentido del encuadre es impecable y las actividades cotidianas se muestran cámara en mano y a menudo en primer plano, centrando así la atención del espectador en los rostros de los actores y reforzando la sensación de secretismo, mientras que la violencia se filma en planos largos, fríos y distantes.
Todo ello da lugar a una película tan efectiva para quienes conocen el caso real como para quienes se enfrentan a él por primera vez. Our Father es una obra que difícilmente dejará indiferente a quien la vea.
Our Father es una coproducción entre Serbia, Croacia, Italia, Montenegro, Macedonia del Norte y Bosnia y Herzegovina, puesta en escena por This and That Productions en coproducción con Nightswim, Pompom Film, Novi Film, Dream Factory y Kino. Split Screen se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del inglés)
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