email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

SAN SEBASTIÁN 2025 New Directors

Crítica: Si no ardemos, cómo iluminar la noche

por 

- El debut de la costarricense Kim Torres es una historia de despertar a la edad adulta de ritmo lento pero estimulante que sirve como una potente carta de presentación

Crítica: Si no ardemos, cómo iluminar la noche

Laura es una adolescente que, con su madre y su hermano, se muda desde San José a un pueblo del interior de Costa Rica. Allí la esperan la nueva pareja de su madre y su hija pequeña. Este es el punto de partida de Si no ardemos, cómo iluminar la noche, primer largometraje de la cineasta Kim Torres, que se presenta estos días en la sección New Directors del 73.° Festival de San Sebastián. La nueva vida que se le abre en el lugar al que acaba de llegar no entusiasma a Laura, que no duda en dejarle claro a su madre que ese no es el sitio en el que le gustaría estar.

A pesar de todo y a sabiendas de que no tiene otra opción, la joven (Lara Yuja Mora) empieza a explorar y a intentar acostumbrarse a su nuevo lugar. Lo abrumador de su nuevo escenario, en el que la naturaleza lo inunda todo de una belleza casi violenta, coincide con la intensidad de las emociones que asolan su cuerpo y su mente. El despertar adolescente, el dejar atrás a la niña que fue para empezar a acostumbrarse a la mujer que va a ser, pillan a Laura en medio de un temporal de cambios a los que ella se adapta como mejor puede. Empieza a hacer amistades y a descubrir el entorno que le rodea, inundado de una mística misteriosa tan cautivadora como desasosegante.

No tarda en llegar a sus oídos la leyenda de una bestia de pelo morado que deambula por la jungla durante la noche buscando mujeres para llevárselas. Por si las cosas no fuesen lo suficientemente complicadas para la joven, esta tétrica historia que amenaza con una violencia sexual brutal e inminente coincide con su despertar sexual. Su mejor amiga en el pueblo es una chica de su edad, que vive con su abuela desde que su madre emigró a Estados Unidos en busca de una vida mejor. Entre ellas dos y otro chico se establece un sutil triángulo de deseo y atracción que se erige como una amenaza más en un contexto ya de por sí complicado.

Todos los ingredientes que integran la receta de Si no ardemos, cómo iluminar la noche se cocinan de forma lenta, y exigen la atención y cierto esfuerzo por parte del espectador. Hay que esperar a los últimos compases de la película para que el drama se desate definitivamente y el ritmo se acelere, esto puede resultar hasta cierto punto frustrante, pero si se entra en el juego que Torres propone es fácil sentir fascinación y una conexión emocional intensa con Laura, su familia y el particular entorno en el que sus vidas se desarrollan. Estamos ante un debut que, aunque imperfecto, ofrece múltiples elementos dignos de celebrar. Algunos de los más destacables son un reparto sólido y muy bien encajado, una fotografía (de Mel Nocetti) y una puesta en escena que regalan imágenes hermosas y de gran carga emocional o un inteligentísimo uso del sonido que refuerzan una atmósfera densa y envolvente.

Si no ardemos, cómo iluminar la noche es una producción de Noche Negra Films (Costa Rica) en colaboración con Tropical Films (México) y Les Films du Clan (Francia). La francesa Urban Sales gestiona las ventas internacionales.

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy