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VARSOVIA 2025

Crítica: Y

por 

- Maria Popistașu y Alexandru Baciu se acercan a un oscuro episodio de la historia reciente rumana, uno que la conciencia colectiva prefiere ignorar

Crítica: Y
Maria Popistașu en Y

No es coincidencia que Y [+lee también:
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siga la buena tradición de la locuacidad de la nueva ola rumana ya que los caminos cinematográficos de Maria Popistașu y Alexandru Baciu están muy ligados al movimiento; Baciu fue coguionista de obras emblemáticas como The Paper Will Be Blue y Martes, después de Navidad [+lee también:
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, y Popistașu fue actriz en esta última, así como en una de las últimas fuertes manifestaciones del estilo, Întregalde [+lee también:
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. Ahora, ambos codirigen un drama familiar existencialista, basado en el enfoque detallista y con mucho diálogo del tándem Cristi Puiu-Răzvan Rădulescu o los cuestionamientos morales de Radu Jude y Călin Peter Netzer sin proporcionar ninguna respuesta final. Así, el dúo continúa caminando por el sendero probado y contrastado del cine rumano, capaz de generar debate, con posiciones ambivalentes, sin conclusiones tajantes, sin personajes buenos o malos, y en el caso concreto de Y, implicando una responsabilidad implícita compartida. La película ha celebrado su estreno mundial en la competición internacional del Festival de Varsovia junto con otros 14 títulos, y ha resultado ser una de las películas rumanas más destacadas de este año.

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Tras un abrupto comienzo con una entrevista a un huérfano rumano, nuestra mirada se dirige a un escenario contrastado, una escena de diez minutos en la que una familia acomodada almuerza, con una charla vertiginosa y vacía que evoca una sensación de conspiración interna. El rompecabezas empieza a tomar forma cuando la matriarca de la familia sufre un ataque al corazón y, en un momento de delirio en su lecho de muerte en el hospital, le confiesa a su nieta Olga (protagonizada por la propia Popistașu), que, como abogada bajo el régimen de Ceaușescu, facilitó adopciones de orfanatos del extranjero, y que algunos podrían haber acabado en el tráfico de órganos. Después de morir al día siguiente, deja a Olga más desconcertada que triste, con el peso de un secreto que le hace cuestionarse la integridad moral de su familia. Como una especie de Laura Kövesi, Olga se lanza a una búsqueda de la justicia; aunque los vídeos que hay en internet sobre los horrorosos orfanatos de Rumanía en los últimos años del comunismo se muestran en un riguroso primer plano, ella solo se encuentra con negación, indiferencia y leves indicios de esfuerzos por borrar el pasado, tanto por parte de las instituciones como en su propio círculo.

El retrato de la burguesía rumana acaudalada es tan estimulante como la mirada a los niños abandonados ante la prohibición del aborto de Ceaușescu, que se hace eco de lo que Cristian Mungiu empezó en 4 meses, 3 semanas y 2 días [+lee también:
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: espaciosos apartamentos con un majestuoso estilo parisino o nórdico, sofisticadas profesiones en la industria del vino, rutinas de gimnasio, estilos de vida seleccionados de forma meticulosa, etc. Tres décadas después de la revolución, los hijos de los altos funcionarios de la era comunista viven finalmente “como en Occidente”, e incluso la homosexualidad de Olga se acepta entre la familia como signo de sus ideas progresistas. Sin embargo, al igual que en Occidente, llevan consigo una culpa similar a la colonial por el hecho de que sus ancestros que exportaran a los niños de piel oscura para propósitos confusos, aunque ningún dilema moral es suficiente para hacerles renunciar a lo que han adquirido hasta ahora. Aun así, al introducir una disputa entre Olga y su padre casi al final, en la que él le pide que pare su caza de brujas, los autores no parecen tomar parte de ninguna de las partes, pero la película tampoco deja espacio para una consciencia clara. En cambio, plantea la candente pregunta de que si es posible tener una consciencia clara.

Y es una producción de la rumana Tangaj Production en coproducción con la griega View Master Films.

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(Traducción del inglés por Paula Gomis Montiel)

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