Crítica: 18 Buracos para o Paraíso
por Olivia Popp
- El tercer largometraje de João Nuno Pinto es un drama de naturaleza realista que se adentra en una familia en pleno caos después de la muerte del patriarca
¿Vender o no vender? Con el sarcasmo implícito en su título, 18 Buracos para o Paraíso, muestra las relaciones sarcásticas entre los miembros de una familia extensa que se reúnen para decidir qué hacer con la mansión familiar: una propiedad privilegiada en el corazón del hermoso sur de Portugal. Pero, ¿a quién le importan los olivos que crecen magníficamente en el terreno? Quizás sería mejor que fuera un campo de golf de 18 hoyos.
El director de Lisboa João Nuno Pinto construye esta premisa en su tercer largometraje que se acaba de estrenar en la Competición oficial de la 29.ª edición del Festival Black Nights de Tallín. Su última película, Mosquito [+lee también:
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entrevista: João Nunes Monteiro
ficha de la película] (2020), abrió el IFFR.
18 Buracos para o Paraíso se desarrolla libremente en tres partes, siguiendo a tres mujeres inmersas en esta dinámica familiar con sus respectivos problemas. Está la alternativa Francisca (Margarida Marinho) y la estilosa Catarina (Beatriz Batarda), ambas hermanas son hijas de último patriarca; la primera quiere quedarse la casa, mientras que la segunda preferiría venderla. La tercera en discordia es Susana (Rita Cabaço), la hija de la criada de la familia, la que en última instancia tiene más en juego, dada su precaria situación personal y económica: no tendrá dónde vivir si se vende la casa.
Una amenaza colectiva se cierne sobre ellas: un intenso incendio empieza a consumir el área, justo cuando se corta el agua y su sustento está en peligro; si llega a la casa, un incendio significa que no hay ni mansión ni terreno viable para nadie. Con este giro argumental, 18 Buracos para o Paraíso, es un recordatorio temático de la película Balearic [+lee también:
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entrevista: Ion de Sosa
ficha de la película], de Ion de Sosa, presentada en Locarno, donde la complacencia y los insignificantes argumentos amenazan con sobrepasar el potencial de la acción real.
A medida que el humo avanza, los visuales anaranjados contribuyen aún más a la urgencia de su situación. La intrusión del fuego, da un giro muy necesario a la historia, que empieza a decaer en su parte central y que habría ganado con un poco más de concisión narrativa, ya que la gran cantidad de diálogo enreda la historia. Los momentos escuetos que enfatizan el ritmo más cuotidiano de la película, se convierten en los mejores momentos de la obra, como la escena final que se erige en la cúspide de lo que el director parece examinar.
Las tres historias entrelazadas, situadas entre las clases socioeconómicas y la variedad de niveles de sensatez que se presentan bruscamente, son una intrigante muestra del género “el último patriarca significa dividir la riqueza” (piensa en Succession, quizás, pero más íntimo). Nuno Pinto pone su énfasis no solo en las implicaciones de la decisión, sino también en las dinámicas entre los miembros de la familia, conservando el drama basado en el realismo a pesar de los giros que se producen.
18 Buracos para o Paraíso es una producción de la portuguesa Wonder Maria Filmes, la italiana Albolina Film y la argentina Aurora Cine. Alpha Violet se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del inglés por Paula Gomis Montiel)
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