PELÍCULAS / CRÍTICAS España / Francia
Crítica: Golpes
por Camillo De Marco
- El primer largometraje como director del aclamado guionista Rafael Cobos da nueva vida al cine quinqui de los 80, aunque sus personajes no tengan especial personalidad

“Papá ha muerto. Duerme.” Es la respuesta que el pequeño Miguel recibe de su hermano mayor, Sabino, después de que una patrulla de la Guardia Civil localizara a su padre antifranquista en su caserío perdido en el campo sevillano, donde fue perseguido y asesinado. Es el dramático prólogo del debut en la dirección de Rafael Cobos, Golpes [+lee también:
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ficha de la película], presentada en la competición del Noir in Festival tras su estreno en la Seminci, y que llega a los cines españoles el 5 de diciembre de la mano de A Contracorriente Films. Veinte años después, España ha cambiado radicalmente: ahora es un país libre, inestable, pero lleno de oportunidades. Vemos a Migueli (Jesús Carroza) salir de la cárcel y regresar a su pueblo natal con una sola idea en mente: exhumar el cuerpo de su padre, enterrado en el campo de un viejo simpatizante del régimen de Franco, para darle una sepultura digna.
Hospedado en casa de una vieja amiga, Migueli se encariña con su hija, Angelita (Teresa Garzón), que lo ve como un Robin Hood local (“dicen que solo robas a los fascistas”), y juntos deciden perpetrar una serie de atracos para reunir el dinero necesario (9 millones de pesetas) para comprar el terreno en el que está enterrado el cuerpo de su padre. Por desgracia, el hermano mayor de Migueli, Sabino, interpretado por el célebre Luis Tosar, se ha convertido en el comisario de policía del lugar. En plena crisis existencial y matrimonial junto a su esposa, Rosa (Cristina Alcázar), Sabino sueña con prejubilarse y pasar sus días en una playa de Portugal. Sin embargo, su jefe solo cederá a su capricho una vez que Sabino haya capturado a Migueli. Así, los dos hermanos se enzarzan en un duelo a distancia, donde la verdadera victoria para cualquiera de ellos se antoja prácticamente imposible. Los cómplices de Migueli y Angelita empiezan a escasear (algunos mueren, otros los traicionan cuando son detenidos) y el cerco se estrecha sobre el bandido que perpetra los robos a cara descubierta, en una región donde todos se conocen.
La experta fotografía de Sergi Vilanova Claudín recrea los colores de los años ochenta y el montaje de Darío García García incluye breves insertos en celuloide sobre la vida cotidiana en Andalucía en ese momento, mientras que los departamentos de dirección artística y vestuario, a cargo de Gigia Pellegrini y Lourdes Fuentes respectivamente, también hacen un trabajo magnífico de reconstrucción de época. La naturaleza dramática del enfrentamiento entre los dos hermanos queda plenamente subrayada por la música de Bronquio, cuyos violines punzantes y percusión resultan sorprendentemente originales.
Rafael Cobos ganó dos premios Goya al mejor guion gracias a su trabajo en la brillante La isla mínima [+lee también:
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entrevista: Alberto Rodríguez
ficha de la película] (2014) y en El hombre de las mil caras [+lee también:
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ficha de la película] (2016), ambas dirigidas por Alberto Rodríguez. También creó la miniserie El hijo zurdo (2023), que triunfó en Canneseries, y firmó el guion de cuatro episodios de Anatomía de un instante [+lee también:
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ficha de la serie] (2025), entre otros trabajos. El guion de Golpes, escrito por el director junto a Fernando Navarro, demuestra una notable implicación emocional a la hora de insuflar nueva vida al cine quinqui, un subgénero español de los 80 que afina y enriquece con grandes temas como la importancia de preservar la memoria del país que resistió a la dictadura y los lazos familiares, en un momento de profundos cambios en la sociedad española. La película abre muchos frentes distintos, y el hecho de explorar las dinámicas entre hermanos (o amigos) situados a ambos lados de la ley, mientras se construyen personajes memorables y una trama absorbente, tampoco ha sido tarea fácil. A pesar de ofrecer un fascinante espectáculo de 102 minutos, Golpes no dota a sus protagonistas de la personalidad necesaria para atrapar al espectador; la base política (más que económica) de los atracos no se explora como es debido; el choque entre ambos hermanos es frágil y queda sin resolver; y el ritmo acelerado de la acción no alcanza un verdadero crescendo, mientras que la penúltima escena (que no desvelaremos) plantea una solución igualmente inverosímil.
Golpes es una coproducción entre España y Francia, producida por Vaca Films y Películas Grupo Tranquilo, en colaboración con Playtime. Las ventas internacionales corren a cargo de Playtime.
(Traducción del italiano)
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