Crítica: Behind the Palm Trees
por Olivia Popp
- La cinta de Meryem Benm’Barek se coloca entre las expectativas sociales en cuanto a la clase y al género al seguir a un hombre marroquí corrompido por el deseo hacia una mujer blanca y rica

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ficha de la película], que ganó el premio a mejor guion en la sección Un Certain Regard en 2018 en Cannes, Meryem Benm’ Barek busca en su nuevo trabajo, Behind the Palm Trees, abordar una vez más las expectativas sociales sobre el género y el impacto de la clase socioeconómica en el Marruecos contemporáneo. La directora de Rabat presenta, por primera vez en su país, su segunda película que está ambientada en Tánger; se acaba de estrenar en la competición oficial de la 22.ª edición del Festival internacional de cine de Marrakech.
Mehdi (Driss Ramdi), que estudió arquitectura, pero trabaja en el negocio de la construcción de su padre, conoce y se enamora de inmediato de una mujer blanca francesa llamada Marie (Sara Giraudeau, conocida por la Oficina de infiltrados [+lee también:
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ficha de la serie]), la hija del nuevo cliente de su padre. Marie —que no trabaja, simplemente vive de la riqueza de su familia— que parece fascinada por el joven, enseguida le corresponde. La villa de su familia está repleta de objetos de la época y estilo colonial y su comportamiento tiene un aire ligero de amenaza en su curiosidad. A su vez, su interés para verlo triunfar parece genuino, aunque ingenuo: es ella quien convence a Mehdi de que su padre puede ayudarlo a asegurarse un trabajo de arquitecto en París, librándolo así de las llamadas cadenas que cree que lo atan a Tánger.
Behind the Palm Trees empieza por abrazar la belleza innata del océano de Tánger, su título hace referencia a las sombras que acechan por debajo de la superficie, con la cinematografía íntima y sensual de Son Doan (quien grabó la primera película de Benm’ Barek, y más recientemente, Viet and Nam [+lee también:
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ficha de la película]). La relación sexual excitante e ilícita con Marie le proporciona algo más de lo que siente con Selma (Nadia Kounda), una mujer marroquí que está más que lista para casarse con él. Durante el transcurso de la película, nuestro héroe se convierte lentamente en un villano al mismo tiempo que el deseo por Marie, o quizás lo que representa, lo corrompe y empieza a mentir a Selma y a todos aquellos que lo rodean.
La intrigante película de Benm’ Barek tiene los ingredientes de una película con un potente y llamativo comentario sobre la clase, la oportunidad, el legado postcolonial, las normas culturales y la erotización de lo exótico. Sin embargo, se deshincha constantemente por los clichés a los que se pliega, y construye unos personajes arquetípicos que se basan en binarios construidos —el puritanismo frente a la promiscuidad, el colectivismo frente la persecución de la felicidad individual— para conducir sus acciones. Podemos sentir de manera tangible la confusión de Mehdi cuando se sumerge en conversaciones en francés con los padres de Marie; es una lengua que conoce bastante bien, pero su contenido es abstracto debido a la performatividad y el lenguaje ostentoso que no puede seguir. Pero sus motivaciones a lo largo de la película acaban sumiéndose en un torbellino de decisiones argumentales y de personajes que parecen erróneas y carentes de matices, a pesar de la prometedora base temática de la película.
La música de Jim Williams, que se muestra como críptica y quizás premonitoria en el comienzo de la película, regresa más tarde con un motivo que tiene un carácter de terror o de thriller. El comportamiento inquietantemente abierto y a veces cuestionable de la familia de Marie en un momento dado, quizá puede hacer a los espectadores pensar que la película se está adentrando lentamente en el territorio de Get Out. Sin embargo, al final son simplemente los gestos y acciones desconectados de la realidad de los ricos los que ponen los pelos de punta.
Behind the Palm Trees es una producción de Tessalit Productions (Francia), Furyo Flims (Francia), Chi-Fou-Mi Productions (Francia), Novak Production (Bélgica), The Bureau (Reino Unido) y Agora Films (Marruecos). Pyramide Internationale se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del inglés por Paula Gomis Montiel)
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