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PELÍCULAS / CRÍTICAS Francia

Crítica: La petite cuisine de Mehdi

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- Amine Adjina combina con habilidad los ingredientes tragicómicos de la complejidad del biculturalismo en un primer largometraje impulsado por Younès Boucif y Hiam Abbass

Crítica: La petite cuisine de Mehdi
Hiam Abbass y Younès Boucif en La petite cuisine de Mehdi

“¿Cuál es el problema con tu madre?” “O le presento a mi novia y la mata de un disgusto, o mi novia me deja”. Con su ópera prima, La petite cuisine de Mehdi, que se erigió en favorita del público en el Festival de Saint-Jean-de-Luz y se estrena en los cines franceses el 10 de diciembre de la mano de Pyramide, Amine Adjina revisita con gran inteligencia el tema clásico del joven dividido entre las dos mujeres más importantes de su vida, explorando los vaivenes que provoca una doble lealtad cultural: hacia el país de origen de sus padres (Argelia, en este caso) y hacia Francia, donde intenta prosperar tanto en lo profesional como en lo sentimental. A través de episodios que rozan la comedia, el debutante cineasta retrata con perspicacia un potencial choque de valores que articula numerosos temas (integración, exilio, tradiciones, recuerdos, familia, vergüenza social, engaño, mentiras…).

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“Sales conmigo, no con mi familia, ¿por qué me escondes?”. Presionado por su novia Léa (Clara Bretheau), con la que está a punto de comprar el restaurante Le Baratin, donde ambos trabajan, el joven chef Mehdi (Younès Boucif) se encuentra en un buen lío desde que su hermana casi desvela la verdad (“Mi hermano nos mantiene escondidos; se avergüenza de nosotros”) durante una visita inesperada. Lejos de vivir en Argelia, como afirma Mehdi, su madre, Fatima (Malika Zerrouki), prepara en su casa de Lyon una fiesta para celebrar la circuncisión de su sobrino.

Acuciado por Léa, que amenaza con dejarle si no se la presenta, Mehdi se ve entre la espada y la pared, ya que su madre, experta en chantaje emocional, de salud frágil y tras haber sacrificado tanto por sus hijos, sueña con una sola cosa: que él se case con una chica de ascendencia argelina. Para salir del atolladero y poder seguir compartimentando su vida, Mehdi pone en marcha un plan arriesgado: conseguir que otra mujer, Souhila (una sensacional Hiam Abbass), gerente de un bar popular llamado Le Mostaganem, haga el papel de su madre. Sin embargo, su artimaña provocará aún más enredos...

A través de divertidas peripecias derivadas de la personalidad exuberante e imprevisible de Souhila, La petite cuisine de Mehdi (cuyo guion firma el propio director) aborda con soltura la cuestión de las crisis de identidad, dejando un poso melancólico y conmovedor, amplificado por la música compuesta por Amine Bouhafa. Al subrayar el simbolismo culinario, el realizador logra además dar una dimensión muy concreta a todos los elementos inherentes a esta dualidad (pasado frente a futuro, raíces frente a país de acogida, familia frente a compromisos sentimentales), que deben combinarse para permitirnos avanzar con serenidad por la vida. Es una receta vital que también conlleva una exigencia: “Cuando amamos, hay que ser valientes”.

La petite cuisine de Mehdi es una producción Ex Nihilo, coproducida por Auvergne-Rhône-Alpes Cinéma, mientras que sus ventas internacionales corren a cargo de Pyramide.

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(Traducción del francés)

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