28/04/2005

Una Italia nunca vista, reflejada en los ojos de un joven inmigrante albanés. Y de reflejo, la comunidad albanesa en Italia indagada con una mirada sin concesiones. Con este juego de espejos y perspectivas extrañas, el realizador romano Francesco Munzi debuta en el largometraje, después de varios cortometrajes y un documental que descubre la comunidad gitana en Italia. Saimir, producido por Orisa produzioni después de tres largos años de gestación y fortalecido con su bautismo en Venecia y con el premio a la mejor primera obra, llega finalmente a los cines italianos, a partir de mañana se distribuirán 18 copias por el Istituto Luce.

Casi enteramente hablada en albanés y subtitulada en italiano, la película tiene como protagonista al joven Saimir, albanés que termina viviendo en un suburbio deteriorado del Lazio con el padre Edmond, que entrega a los inmigrantes clandestinos a los pequeños empresarios agrícolas de la zona. Para el padre, eso de la ilegalidad es el destino de cada albanés inmigrado, pero el hijo quiere un futuro diferente. "Saimir da su versión de Italia desde el punto de vista de un clandestino, explica el realizador Munzi - muestra la otra cara de un Occidente dorado, que a menudo oculta el polvo bajo las alfombras, visto a través de los ojos de un chico de 16 años que no logra encontrar su camino y por fin elige estar de la parte de la ley, a pesar de deba pagar un precio muy alto, el aislamiento de su comunidad y la pérdida del padre".

(Traducción del italiano)