16/05/2005

Que hacer cuando – mientras que todo nos sale bien – la vida súbitamente se desmorona? Romaní, fotógrafo de moda de 31 años, tiene una carrera cuya ambiciosa, al mismo nivel de su talento. Cuando su medico le anuncia que sufre de un cáncer generalizado y que le restan apenas algunos meses de vida, Romain ve su vida vacilar. La aproximación rápida de la muerte le enseña entonces una nueva perspectiva de la vida, una nueva mirada sobre si mismo.
En su nueva película, Le Temps qui reste [+lee también:
tráiler
ficha de la película], proyectada en la sección Un Certain Regard, François Ozon vuelve a los temas que le son queridos: las relaciones humanas, las tensiones familiares, la homosexualidad, la pareja y la desaparición. Pintor de sentimientos, Ozon construye su protagonista con pequeñas pinceladas, captando la transformación interior del personaje con simplicidad y precisión. Desnudando todo el desorden emocional de Romain (el excelente Melvil Poupaud), Ozon aborda con delicadeza y pudor la angustia humana hacia el indecible. "He tenido la idea de una trilogía sobre el luto que comenzó que con Sous le sable, un melodrama seco que colocaba la cuestión de vivir con la muerte de otro. Le Temps qui reste coloca la cuestión de nuestra propia muerte. La tercer parte, que tal vez haré un día, será sobre la muerte de un niño. Obra fuerte y vital, Le Temps qui reste es producido por Olivier Delbosc y Marc Missonier para Fidélité Productions (Francia). Celluloïd Dreams gere las ventas internacionales.

(Traducción del francés)