07/06/2005

¿Qué papel, si es que lo tienen, los festivales desempeñan en el descubrimiento de nuevos talentos? Esta cuestión fue objeto de un debate animado ayer en los salones de la Academia francesa de Roma, a la ocasión de un encuentro entre los directores de las secciones paralelas de los principales festivales de cine europeos, es decir, Cannes, Venecia y Berlín. No es naturalmente una casualidad si este acontecimiento coincide con la apertura de la 10a edición de "La Vida del Cine de Cannes a Roma", una manifestación organizada en Roma, Milán y Bolonia para hacer descubrir al público italiano una selección de películas presentes en Cannes este año en las distintas secciones del festival.

El debate que se celebró ayer es el 3er de este tipo que tiene lugar en Roma; permite describir un balance del sector con relación a los elementos que afectan a la calidad de las producciones europeas. Según Georgette Ranucci, directora artística de la revista de prensa de Cannes en Roma, las películas de autores pierden terreno en Italia, tanto en la taquilla como en términos de interés manifestado por los espectadores. En Francia, en cambio, la situación dista mucho de ser crítica. Olivier Père, que dirige la Quincena de los realizadores, sección independiente del Festival de Cannes, está convencido: "los responsables de la selección de los festivales pueden desempeñar un papel importante presentando la película a un público más vasto; sin embargo son los cineastas que corren los verdaderos riesgos".
El director del Festival de Pesaro, Giovanni Spagnoletti, ve los festivales como una etapa de la circulación de una película. Ilustra su propósito con el caso de Vento di Terra del italiano Vincenzo Marra, "que estuvo presente en festivales del mundo entero. Aunque la película no hizo ingresos impresionantes en la taquilla, esta difusión a escala internacional es otra forma de comunicación".

Los participantes admitieron que generalmente las secciones paralelas no tienen por primera función descubrir nuevos talentos, aunque el caso de los hermanos Dardenne (vencedores de la Palma de Oro de este año), ejemplo típico de esta función de “localización” que pueden tener los festivales, contradice esta idea. Desde la presentación de su tercer largometraje, La Promesse, en la Quincena en 1996, los hermanos Dardenne ganaron, no una, sino dos Palmas de Oro, inscribiendo Bélgica en la Historia del cine.

Se entiende que los responsables de la selección de los que depende el programa de los festivales, desempeñan un papel en el descubrimiento de nuevos talentos, sin embargo, como lo destacó Jean-Christophe Berjon de la Semana de la Crítica de Cannes, "es al productor que incumbe buscar y descubrir jóvenes talentos, y a los distribuidores valorizarlos". Christoph Terechte, a cargo del Foro de Berlín, abundó en este sentido, añadiendo sin embargo que los festivales "pueden en general dar una ventaja suplementaria a las películas" en el mercado.

Giorgio Gosetti,director de las Jornadas de los Autores - Venice Days, nueva sección que abre la isla del Lido a las películas de autores, señaló que “las películas se descubren de ellas mismas” y que el papel de las secciones paralelas es “de comprometerlas a expresarse y a estimular el diálogo entre los cineastas, el público y los medios de comunicación”. El nuevo responsable de la Semana de la Crítica de Venecia, Francesco Di Pace, no obstante destacó el número creciente de películas independientes donde el productor tiene menos importancia y por las cuales, por lo tanto, la selección a un festival puede tener un interés “fundamental a corto plazo, no sólo para encontrar distribuidores sino también para cerrar el presupuesto”.

Por añadidura, en Italia, entre los nuevos criterios de atribución de financiaciones públicas, la selección a un festival puede pesar en favor de una película. Como Giorgio Gosetti lo explicó, esta clase de sistema, que se aplica también en Alemania y Suiza, da manifiestamente "más responsabilidades a los seleccionadores".