Crear estrategias europeas
por Fabien Lemercier
Actualmente, cuando una película europea se distribuye en todos los países de la Unión Europea, los estrenos se escalonan en el marco de un año, de acuerdo con la planificación de las distintas distribuidoras nacionales. El ejemplo aislado de Billy Elliot, sin embargo, ha demostrado que la puesta en marcha de una estrategia más compacta contribuye notablemente al éxito de la película: estreno masivo durante solo cinco meses, como en las campañas estadounidenses, convergencia de técnicas de marketing y de promoción de todos los distribuidores.
¿Será ésta la solución al problema? Los profesionales enviados por Europa Cinémas no respondieron con mucho entusiasmo a esta propuesta. Todos estuvieron de acuerdo con la utilidad de intercambiar información sobre los públicos objetivo de las campañas, sobre la programación y las estrategias de estreno de una película, pero cada uno de los distribuidores recalcó las particularidades de su mercado nacional y los límites de un “marketing europeo” del cine. Por ejemplo, para el estreno de Ocho mujeres de Ozon en Polonia, Gutek Film Ltd promovió la componente femenina del largometraje, mientras que la italiana BIM Distribuzione apostó por el aspecto de intriga en la historia. Además, cada país tiene calendarios particulares y costumbres diferentes: en Holanda las películas europeas pasan obligatoriamente por el Festival de Rótterdam a finales de enero antes de ser estrenadas, en Italia la temporada es de ocho meses y en Francia el impacto de la crítica es imprescindible…
La necesidad de contar con una estrategia común en la distribución no parece ser la principal preocupación de los operadores europeos, que piden una mayor colaboración técnica y una mejor promoción en los medios. Con excepción del caso de las grandes películas, los medios técnicos son absolutamente insuficientes: making ofs, tráilers, fotos, carteles, entrevistas a los actores. Según Martin Kochendorfer, distribuidor alemán de Concorde Films, “Siempre es difícil entrar en contacto con los demás operadores europeos. Hay que pasar por los vendedores de las películas y si éstos no te quieren ayudar no hay nada que hacer”.
En cuanto a la exhibición, la construcción de una red europea ya es una realidad, con Europa Cinemas y sus 457 salas por delante. Una experiencia que ha permitido que la programación se base en un principio muy sencillo: cuando existe la oferta, se crea un público para el cine europeo. Aun así, como dice Eva Matlok, representante de AG Kino, hay que ir más allá y formar una red con todos los distribuidores y empresarios de cine alemanes: “Una mejor colaboración en el plano europeo pasa por una mejor información sobre las cifras del sector, sobre los datos financieros de los distribuidores y sobre los alquileres que pagan los empresarios de cine”. Un amplio programa al que todos los actores del sector cinematográfico europeo deben contribuir activamente para que los espectadores no vean únicamente los grandes éxitos y tengan también acceso a una verdadera diversidad.
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