La muralla china conquista al público
por Anna Di Martino
Galardonado con el premio especial del jurado y el premio de la prensa en la última edición del festival internacional de cortometrajes de Clermont-Ferrand, De Chinese muur (La muralla china) de Sytske Kok es un corto hábilmente dirigido que gira en torno a su protagonista, un mujer de mediana edad que, sentada sola en un restaurante chino, como muchas veces nos pasa a todos, intenta adivinar las relaciones de amor, amistad o interés que unen a las personas sentadas en las otras mesas. Sus primeras impresiones, sin embargo, resultan ser falsas y la señora, inmersa en este juego entre la realidad y la apariencia, termina por alimentar falsas convicciones frente al último cliente que entra al restaurante.
Una película muy sencilla y a la vez sorprendente que da voz a los pensamientos comunes y habituales de mucha gente cuya curiosidad, en modo casi inevitable, se dirige a la vida de los desconocidos.
Su autora, Systke Kok, 33 años, holandesa, estudió en Bélgica y en Holanda y realizó su primera película, Weg (Camino), como proyecto de fin de carrera en 1996. Trabajó después como asistente de dirección y guionista antes de realizar en 2002 De Chinese muur, por la que ha recibido varios premios y reconocimientos.
¿De dónde nace la idea para esta película De Chinese muur?
“Fue el primer proyecto que tuve sobre un argumento que no es mío, y representó una nueva experiencia. El guión es de Rosan Dieho-Hamme. La idea se le ocurrió porque solía ir a un restaurante chino en el que siempre veía a una mujer mayor que comía sola en una mesa. Le intrigaba que la señora estuviera siempre sola y que tuviera una expresión carente de emociones. Empezó a preguntarse qué podría pasar por la cabeza de esa mujer, qué historias, dolores, reproches o ilusiones pasarían por ella. Rosan escribió el monólogo interior y los diálogos, y yo los llené con acciones que se desarrollaban en las mesas cercanas, imaginando que lo que los demás hacían era el motivo de los pensamientos de la señora”.
¿Fue difícil para usted hacer esta película, encontrar los fondos necesarios y una productora que le ayudará?
“Mi película forma parte de una serie de diez cortometrajes, todos realizados y producidos por escritores y directores distintos, pero financiados por el mismo fondo. Hay un concurso todos los años, llamado KORT!, esto es, ¡Cortos!, que elige diez cortometrajes cuya duración no supere los diez minutos, para los que se dedica un presupuesto equivalente a 68.000 euros. El dinero viene del Fondo Cinematográfico Holandés, de una empresa de radiotelevisión holandesa (NPS) y del Fondo de Coproducción. Es la tercera edición del concurso y es muy interesante, claro está, pero desafortunadamente es el único modo que hay ahora para financiar un cortometraje en Holanda. Lo que quiere decir que si no te eligen o si quieres hacer una película de más de 10 minutos, es casi imposible”.
¿Le ha gustado la manera en la que ha sido recibida en Clermont?
“¡Claro que sí! Me sorprendió mucho el número de personas que participaban en cada sesión y lo contentas que parecían de ir a ver cortometrajes. Todas las proyecciones estaban llenas de público, y tanto los jóvenes como los mayores tenían una actitud abierta y atenta. Me dio la impresión de que entendían más mi película en Francia que en Holanda, y creo que eso dependió de los subtítulos. Creo que cuando hay mucho texto, la posibilidad de leer hace que la comprensión sea más fácil. Cuando solamente puedes oír, te pierdes algunos detalles; esto trabajó en mi favor. Me sorprendí mucho cuando me enteré de que me habían dado el premio especial del jurado y del de la prensa, la verdad es que no me lo esperaba, había muchas películas y muy buenas”.
é proyectos tiene ahora? ¿Está trabajando en otro corto o piensa realizar un largometraje?
“Estoy trabajando en varios proyectos por el momento, ya que nunca estás segura de cuando se podrá hacer una película. Actualmente estoy en la fase de postproducción de un mediometraje de 50 minutos, escrito y producido por mí. El título en holandés es Impasse, se podría traducir como Punto muerto: la madre de Tarik está destruida porque tiene nostalgia de su casa. Tarik, un chico de once años que vive en Holanda, ve el dolor de su madre pero no logra comprenderlo. Hasta que no se escapa también él de casa. También estoy escribiendo guiones para varios largometrajes, para mí y para otro director. Próximamente trabajaré en una idea de otro corto, en el que quiero experimentar con unos efectos visuales digitales. De todas formas, será difícil realizar el proyecto en vista de lo problemático que es conseguir financiación para cortos, con excepción del concurso que antes he mencionado”.
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