Diversidad cultural y la UNESCO : ¿Es favoritismo comercial?
por Chantal Gras
La Organización Mundial de Comercio (OMC) acaba de decidir la extensión de 5 años a la exención a favor de lo audiovisual europeo. Pero en la Conferencia General de la UNESCO que se desarrolla en estos momentos en París, los Estados Unidos están atacando encarnizadamente al proyecto de la Convención sobre "diversidad cultural", tan anhelada por los países europeos. Este texto permitiría poner en marcha políticas nacionales permanentes de apoyo a lo audiovisual, sin estar sujetas a las derogaciones provisionales, tan típicas de la OMC.
La Conferencia General de la UNESCO examina en estos momentos en París el proyecto de Conveción sobre la "diversidad cultural". Este texto - que, si se adoptase, daría valor jurídico internacional ipso facto - es imprescindible para el emplazamiento de una política de apoyo a lo Audiovisual europeo a largo plazo. Si todo sale como está previsto, porque nada es seguro, se sometería a votación en la sesión plenaria el próximo 20 de octubre.
El documento ya ha sido previamente aprobado en el Consejo Ejecutivo de la UNESCO por 53 votos a 1(EEUU) y una abstención (Australia). EEUU está determinada a oponerse hasta el final. Desde el comienzo de la Conferencia de París, han cuestionado la legitimidad del mandato de la Comisión Europea en nombre de los 25, siendo el único que votó en contra. De momento, se basan en cuestiones de procedimientos internos, los estatutos solamente permiten votar a los miembros en orden de cotización. Aquí se desata el combate: son numerosos los países que se dan prisa por "entrar en orden"… Si los dos tercios requeridos de los miembros votantes no se alcanzan, la decisión podría no ratificarse. EEUU amenaza con salir de la Conferencia, y ciertos estados podrían unirse a los estadounidenses bajo miedo de represalias comerciales en otros sectores. Japón está meditando sobre ello.
Para Henri BENKOSKI, experto belga que ha participado en la elaboración de los textos, esto quizá se convertiría en una especie de "Protocolo de Kyoto cultural". Él se pregunta de qué serviría una convención en la que se absentaran países significantes, o, peor aun, se perdiera el valor de un texto a causa de declaraciones unilaterales.
Recordemos que la idea de inscribir la noción de diversidad cultural en una Convención de la UNESCO fue resultado del rechazo por parte de la OMC, en 1999 en Seattle, tomando en cuenta el principio de hacer una excepción con los estados europeos (a causa de la doble naturaleza comercial y cultural de lo audiovisual/ cinematográfico y de la "vulnerabilidad intrínsica" de este sector específico). En la OMC el objetivo primario es conseguir un mercado mundial libre, en el que todos los bienes, mercancías y servicios circulen abiertamente sin "tratos preferentes": subsidios, imposición de cuotas, que impuestos en un ámbito local, sean considerados como deslealtad hacia otros países. Ciertas exenciones son acordadas en función de la coyuntura económica, siempre que estas sean provisionales.
(Traducción del francés)
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