«Diversidad cultural»: Objectivo ratificación
por Chantal Gras
- La Convención sobre la diversidad cultural ha sido aprobada por UNESCO.
El 20 de octubre del 2005, la 33 Conferencia General de la UNESCO en París adoptó la Convención sobre la « Diversidad cultural ». Esta histórica fecha no tiene más que un simple valor simbólico.
El texto, en su artículo 5, reconoce el derecho de los países o federaciones de países (o sea, la UE) a practicar políticas « adaptadas » de apoyo público en temas culturales, incluyendo el Audiovisual y el Cine. Su artículo 20 establece que esta convención de la UNESCO tiene el mismo valor jurídico que los otros tratados internacionales y que hará falta, de aquí en adelante, ajustar diversos reglamentos existentes. Esto promete causar grandes batallas jurídicas, ya que se conoce todo el antagonismo procedente de la Organización Mundial de Comercio (OMC). He aquí algunas claves, que nos harán comprender el asunto.
La OMC reúne a los ministros de comercio con el fin de organizar el conjunto mundial basado en la libre circulación de mercancías con los menores obstáculos posibles. Se trata de evitar monopolios o competencia desleal. Teniendo en cuenta los textos económicos precisos, la OMC permite “exepciones” provisionales (de 5 o 10 años). En 1994, en Marrakech, la OMC acordó una « exepción cultural » de 10 años a petición de lo países europeos. Un poco más tarde, algunos países que apoyaban a Francia reclamaron de antemano estas cortas derogaciones y que la idea de hacer « excepción cultural » era por la fragilidad económica intrínseca del sector cultural, sobretodo en el ámbito Audiovisual/cinematográfico. Este concepto está lejos de conseguir unanimidad en el mundo, incluso en el seno de la UE: si bien los países de tradición latina consideran que la cultura no es « de naturaleza » comercial como las otras mercancías, los países anglo-sajones defienden ferozmente el “libre intercambio” económico para todo aquello que sea comerciable.
Los debates en la OMC (en 1999, en Seattle) tomaban parte con ciertos reparos, y algunos países como Francia, Canadá y Bélgica propusieron recurrir a la UNESCO, donde ocupaban escaño los ministros de cultura. El concepto de « Diversidad cultural » apareció allí oficialmente en el 2001, por medio de una proposición de « declaración universal » que reconocía la capacidad de definir y poner en marcha políticas culturales y audiovisuales propias para preservar su diversidad cultural.
Los recientes debates en París a favor de su adopción, han estado marcados por la feroz oposición de los EEUU. La actual política de ayuda pública en la UE, frena la entrada masiva de películas y series de Hollywood. De entrada, Condoleeza Rice ha provocado las hostilidades por medio de una carta a la UNESCO, donde habló de “ataque a los derechos humanos”. Los delegados americanos amenazaban con dejar la sesión, depositando múltiples enmiendas. Cabe mencionar que EEUU dejó la UNESCO hace veinte años, durante la guerra fría, declarando que esta se estaba convirtiendo en una organización demasiado « comunista ». Pero, se reintegró hace dos años con el fin de combatir la amenaza que pesa sobre sus enormes intereses financieros. Evidentemente, EEUU continúa a ejercer su espantajo de políticas totalitarias, mientras que la « diversidad cultural » viene del mecenazgo de estado, sin obstaculizar la libertad de expresión y creación.
El voto final muestra una amplia adhesión a la « diversidad »: 148 a favor, 2 en contra (USA e Israel) y solamente 4 abstenciones (Australia, Liberia, Nicaragua, Honduras). Pero para que la Convención pueda entrar en vigor, debe ser ratificada – ser adoptada por los gobiernos y parlamentos- de al menos 30 países miembros. No se han establecido fechas, pero la prolongación de la exención cultural hasta el 2010 que acaba de decidir la OMC, será una fecha límite natural. De aquí a entonces... puede haber conflictos en los senos de ciertos gobiernos, entre los ministros de cultura y los de comercio (incluso dentro de la UE), ya que las mayorías parlamentarias pueden cambiar después unas elecciones. EEUU continuará presionando a muchos países dentro de sus acuerdos comerciales.
Una ratificación rápida es, en estos momentos, la cuestión más importante para asegurar las ayudas públicas a la cultura a largo plazo. Muchas personalidades políticas han reaccionado rápidamente, como Viviane Reading, Comisaria Europea de Educación y Cultura, en los Encuentros de Beaune, o como los ministros belgas y franceses de cultura. Otras organizaciones han confirmadi que continuarán a movilizarse a favor de la « diversidad cultural», como por ejemplo la liaision de las Coalicions de la Diversidad Cultural (ver su moción completa), la cual reúne a más de 500 organizaciones profesionales de 31 países, o la Federación Europea de Realizadores de lo Audiovisual (ver declaración íntegral).
Ya no hay que pensar que se trata de una preocupación prácticamente occidental de Canadá y Europa. Hay muchos países en desarrollo que habiendo comprendido la situación, incluso antes de la votación en la UNESCO, han exigido recursos financieros que les permita proteger su propia diversidad. Proporcionados « voluntariamente » los fondos por los países ricos, estos países pobres podrían no ratificarla, si la ayuda permanece inexistente o muy pequeña. El reto también se encuentra en obtener a la vez una ratificación significante por el número de países y el abanico de culturas. CINEUROPA se ha propuesto a mantener al día, en este dossier especial, los acontecimientos, reacciones, peticiones, así como las ratificaciones puntas de cada país, hasta la entrada en vigor de la Convención de la Diversidad Cultural, la única capaz de impedir la pérdida de identidad de los pueblos.
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