Land of the blind, país de las dictaduras universales
Presentado en Competición Oficial en el Festival de Rótterdam, Land of the blind a pesar de ser una ficción, no se priva de hacer referencia a situaciones políticas reales.
En un país imaginario y fuera del tiempo, prevalece el terrible dictador Junior, tan apasionado de cine que de tortura. Joe es guardián de prisión y se hace amigo de uno de los presos, el escritor Thorne, que pertenece a un movimiento revolucionario. Convencido de las ideologías de este último, Joe va a ayudarle a obtener el poder sin imaginar un segundo que la víctima de ayer podría convertirse en el verdugo de hoy. "Quería mostrar cuanto es necesario reflexionar por sí mismo y no seguir la ideología de otro" explica el realizador Robert Edwards que firma aquí su primer largometraje. Nacido en Alemania, Edwards sirvió en el ejército americano y participó en la primera guerra del Golfo en Irak antes de de comenzar una carrera en el documental. Esta primera película de ficción podría situarse ayer, como hoy o mañana, en Europa o África como en Rusia o América Latina. Cada uno verá a sus propios tiranos y a sus falsos héroes. Y es ésta toda la fuerza del relato que, sin basarse en un personaje histórico en particular, los denuncia a todos y da materia a reflexión. La interpretación tan convincente es inquietante, entre Tom Hollander en dictador mamarracho, Ralph Fiennes en pueblo crédulo y manipulado y Donald Sutherland en dictador rebelde. Las referencias son numerosas, de la realidad a la ficción, de Castro a Hussein, de Hitler al dictador de Chaplin, hasta al asesinato de Marat, "el amigo del pueblo".
Esta producción anglo-americana reúne a Avnet/Kerner Productions (Jon Avnet) ey Bauer Martinez Studios (Philippe Martinez).
(Traducción del francés)
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