23/03/2006

Una muy buena noticia llegó ayer de Bruselas donde la Comisión Europea autorizó oficialmente hasta 2011 los mecanismos franceses de apoyo en favor del cine y el audiovisual, un sistema citado como un modelo por numerosos otros países europeos. Bien que estos apoyos sean exclusivamente casi ayudas públicas, la Comisión demostró flexibilidad considerando que "fomentan el desarrollo cultural sin afectar a los intercambios entre Estados miembros en una medida contraria al interés común". En contrapartida de esta luz verde, Francia aceptó modificar sus mecanismos en función de las modificaciones que Bruselas desearía operar en junio del 2007 para las normas de apoyo al cine europeo, en particular, sobre la cuestión que vincula las ayudas a la producción y la "territorialización" de los rodajes y la postproducción. La Comisión tendría en efecto la intención de bajar el límite máximo de 80% de una producción realizada en un país que puede actualmente exigirse a cambio de una ayuda nacional a la producción.

La luz verde de Bruselas fue festejada con entusiasmo por el ministro francés de la Cultura Renaud Donnedieu de Vabres para quien "se trata de una decisión esencial para el cine europeo que no puede existir sin cinematografías nacionales dinámicas, creativas, abiertas, y fomentadas por políticas nacionales de apoyo fuerte y constante". Y las organizaciones profesionales como la ARP o la SACD marchan al mismo paso. Es necesario destacar que con alrededor de 495 millones de euros asignados por el CNC en el 2006 para el cine y el sector audiovisual, los mecanismos franceses permiten, en particular, al 7° arte hexagonal mantenerse a un nivel de producción muy elevado (240 largometrajes en el 2005), plantearse en alternativa creíble en salas ante el cine americano (37% de cuota de mercado para las películas francesas el último año), y también invertir en las coproducciones internacionales (114 en 2005), muy especialmente europeas.

(Traducción del francés)