CANNES 2006 Una Cierta Mirada / Francia
El doctor Usmonov cura la impotencia
por Fabien Lemercier
¿Conseguirá el joven Kamal vencer sus bloqueos y volver a casa para consumar por fin su unión con su mujer? A primera vista, éste es el tema de Pour aller au ciel, il faut mourir, la nueva película del cineasta tayik Djamshed Usmonov, una coproducción europea proyectada esta tarde en la sección Una Cierta Mirada. Pero el divertido viaje iniciático en la ciudad de este ligón guapo y torpe (Khurched Golibekov, sobrino del director), quien yerra según el viento y las mujeres, y cuyo primo le había aconsejado acostarse con prostitutas en vano, esconde otra película que empieza tras su encuentro desgraciado con un peligroso delincuente. Éste, convencido de que Kamal se acostó con su mujer (una perfecta Dinara Droukarova), lo atrae a una serie de robos en casas lujosas. Sin embargo, Kamal dejará de ser tan pasivo tras un asesinato y una violación cometido por su compañero. Kamal matará a su compañero, perderá su virginidad y, una vez hecho, se va a ir con su mujer. Un vuelco de lo íntimo hacia el thriller, con una extraña moral final que fue apreciada de maneras distintas por el público, a pesar del perfecto estilo visual y narrativo de la película en su conjunto.
Producido por las productoras francesas Elzévir y Ciné Manufacture, Pour aller au ciel, il faut mourir se benefició de un presupuesto de 1,5 millón de euros que incluyen el apoyo de los alemanes de Pandora, de los suizos de Saga Production y de TSR, de Arte France Cinéma y de South Bridge (Rusia). También financiado por el CNC (120.000 euros), el Filmstiftung NRW, el Filmförderungsanstalt y el Oficio federal suizo de la cultura , la película de Djamshed Usmonov será distribuida en Francia por Rezo Films y Celluloid Dreams se encargará de las ventas internacionales.
(Traducción del francés)
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