28/08/2006

Existía la promesa de un futuro brillante, la confianza de una Italia que estaba creciendo, la esperanza de un trabajo seguro, la idea maravillosa de un pueblo que ya no tenía que emigrar para buscarse la vida… Todo eso se enseñaba en el documental del gran cineasta holandés Joris Ivens que, en1959, viajó del norte hacia al sur de Italia. L'Italia non è un paese povero fue una encomienda de Enrico Mattei, que quería una película "promocional" para demostrar que Italia caminaba hacía un desarrollo glorioso gracias a una industrialización galopante. Hoy, Daniele Vicari hace un viaje en el sentido inverso, e intenta entender, 47 años más tarde, lo que pasó con esas promesas y esas zonas industriales embrionarias: Gela, Termini Imerese, Melfi, la Enea de Roma, Parto y Porto Marghera.

Producido con un presupuesto de 400.000 de euros por Gregorio Paonessa (Vivo film S.r.l.), con el apoyo de la Associazione Centenario CGIL y la colaboración de Rai Cinema, Il mio paese se presentará en el próximo Festival de Cine de Venecia, como un acontecimiento especial de la sección Horizonte.

"Encontré un país de luz y de sombras – cuenta la cineasta - donde la gran promesa de la industrialización ha cedido su plaza a un presente lleno de contradicciones. En los años '60 Italia tenía una mirada vital hacía al futuro; hoy es un país cerrado sobre su mismo, aunque me consuele pensar que aun hay gente capaz de reaccionar a pesar de la ausencia de una dirección, de un proyecto por parte de nuestros gobernantes".

La película filma la existencia poco divulgada de los sureños que siguen haciendo viajes de 45 minutos en autobús para trabajar en Alemania, los despedimientos de los trabajadores de FIAT, los investigadores científicos de Roma frustrados con sus condiciones de trabajo y cuyos salarios son más bajos que sus homólogos indios. Daniele Vicari constata con amargura que "las diferencias entre Ivens y yo son enormes, y empieza ya porque yo soy como un enanito en los hombros de un gigante y porque estoy desilusionada con los daños causados por la promesa industrial".