04/09/2006

Come l'ombra de Marina Spada es el retrato de una soltera de 30 años, Claudia, en una jungla urbana milanesa magnificamente fotografiada. Miembro de la típica sociedad de consumación, se ve sin embargo que a Claudia no le gusta ni comer ni beber et que lleva su vida sentimental sin convicción), Claudia está herida y desencantada ("¿Pero que quieres que suceda", dice). El principio del filme describe su rutina, con una sutilidad infinita y un realismo que destaca la elección de los encuadres - siempre hay algo en el primer plano detrás o a través el cual se ve su realidad insignificante dirigir su tren de vida.

Olga representa lo que Claudia más teme (aunque que trabaja, paradójicamente, en una agencia de viajes), es decir el cambio. Está tan cerrada a toda novedad que la primera razon por la cual encuentra a Olga "simpática" es que ésta ultima se "ocupa de sus asuntos". Este personaje fresco logra que Claudia haga, a pesar de su reticencia, cosas nuevas, e incluso exprima (a través de la canción, "la soledad", lo que su nueva "amiga" se niega a reconocer. Frente al entusiasmo de Olga, las opiniones de Claudia aparecen aun más como frases hechas (si se viste bien es para gustar a los muchachos, hay que alegrarse cuando llegan las vacaciones, es difícil encontrar un trabajo). Olga se burla gentilmente de todo.

Las dos mujeres pasan juntas solamente algunos días, y sin embargo, la desaparición de Olga da nuevamente un objetivo a Claudia. Imperceptiblemente, con la misma discreción que "Dublineses" de James Joyce (discreción subrayada por el deseo de Olga de "ser olvidada"), la vida de Claudia ha cambiado. Marina Spada nos ofrece aquí, con una destacada integridad y un mínimo que resulta de un dominio total de su tema, un filme esplendido y profundamente triste que ha conmovido al público de Venecia.

No se puede sino desear a este filme producido por Ombre Film y Film Kairòs (que se ocupa también de las ventas internacionales) que encuentre rápidamente distribuidores.

(Traducción del francés)